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Mostrando entradas de diciembre, 2009

Directo: Vic Chesnutt & Kristin Hersh - Old Music Hall, UW - Madison, WI (20th May 2000)

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El jueves, Kristin Hersh publicó un breve tweet en el que decía que tenía la canción 'Myrtle' de Vic Chesnutt en la cabeza, y pedía que le enviásemos pensamientos positivos. Siendo uno de sus mejores amigos desde hace más de quince años y conociendo la relación cómplice y la muy especial afinidad que tenían, pensé que probablemente Kristin había hablado con él por teléfono -como muchas otras veces ha contado de manera anecdótica- y que quizás Chesnutt estaba algo desanimado. Unas horas más tarde, Hersh escribió que no había tenido ninguna llamada durante la noche, y que eso la alegraba porque si no había noticias es que eran buenas noticias. Preocupado, pregunté; y leí lo que no deseaba leer: intento de suicidio, sobredosis de relajantes musculares, coma profundo del cual si despertaba le quedarían serias lesiones cerebrales por la cantidad de horas que pasaron hasta que le encontraron. No era la primera vez que intentaba quitarse la vida, pero Kristin aseguraba que esta

Imperdible: Aroah - "The Last Laugh" (2004)

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La atracción que siento por  The Last Laugh  (2004), concretamente por el tono que emplea  Irene Tremblay  (el nombre detrás de Aroah ), hace que me pregunte hasta qué punto soy masoquista. En este disco, su actitud me remite a la sensación que tienes cuando estás enganchado a alguien al final de una relación sentimental que no vas a terminar tú; ese punto en el que adviertes que sin duda la otra persona ya tiene la mente en otra parte. Puedes llorar y preguntarle por qué en busca de lo que ya no existe, pero no se sentirá especialmente conmovida, sino más bien violenta o a disgusto ante la revelación impúdica de esas emociones. Es una frialdad tan injusta como natural e imposible de disimular para quien la siente. Irreverente y juvenil como sonaba, ya lo decía en 'X-Song', un tema de su primer álbum  No Podemos Ser Amigos  (2002): "Para ti no hay justicia, y a mí me importa un bledo / Así es como soy" . ¿Para qué se van a andar con rodeos cuando no nos quieren, o

En el trastero: Throwing Muses - Demos 1983 / 1984

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¿Alguien se acuerda de cuando tenía catorce años? Séptimo, octavo curso; los juegos empiezan a quedar atrás a cambio de ese irracional mal humor adolescente, sueños sexuales diurnos, la absurda sensación de que uno es más mayor y avispado que los mayores avispados. Osadía inaplacable y, en un segundo, una inseguridad y una cobardía que hacen que la idea de vivir parezca eterna e insoportable... Y mucha, mucha energía desperdiciada. En mi caso, fue a esa edad cuando empecé a canalizarla componiendo canciones y tocándolas con un compañero de clase que no tenía tanto interés en esa catarsis como yo, supongo que porque él no sufría ninguno de los grandes problemas que pueden hundirte en ese microcosmos púber. No me hace falta comparar mis catorce años con los de nadie para saber cuán ridículos puderon ser hasta cierto punto, pero la verdad es que al toparme hace tres años con estas primeras maquetas de Throwing Muses , grabadas en 1983 y 1984 cuando Kristin Hersh (voz, guitarra) y T

Imperdible: Scout Niblett - "Sweet Heart Fever" (2001)

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Scout Niblett saludó al mundo con una peluca rubia engañosa. No hay más que verla, emulando el entusiasmo de una chanteuse pop con un sutil gesto travieso en la portada de Sweet Heart Fever   (2001) y contrastarlo con la música que recoge el disco para entender que hemos sido víctimas de una broma. Miremos más detenidamente y veremos que en los pelos despeinados de la parte superior quizás teníamos una pista. A diez años vista desde que grabara la maqueta que llamó la atención del sello Secretly Canadian y con un quinto álbum a la vuelta de la esquina, hoy por hoy conocemos bien las filias y las fobias de Niblett: su pasión por los extremos, por la fragilidad de unos acordes blues que abruptamente se convierten en riffs de fuzz mareante, por las miniaturas de batería y voz. Es cierto que en I Am (2003) fue la primera vez que echó toda la carne en el asador sin pensárselo y asentó las bases sobre las que ha desarrollado todo su trabajo posterior, pero Sweet Heart Fever queda como u

Imperdible: Retsin - "Salt Lick" (1995)

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Hay algo en Salt Lick (1995). Envuelto en su intimidad y su elaboración casera, no es que uno se sienta precisamente a salvo, cálido y como en casa, sino como si espiara a Tara Jane O’neil (voz, guitarra, batería) y a Cynthia Nelson (voz, guitarra) siendo un fantasma que puede encontrarse en su mismo espacio sin alterar su comportamiento. El olor a hollín en la ropa, el crujido de la leña y el cerrojo echado. Un intruso afortunado dentro de una caseta aislada en un bosque que respira bajo un cielo que tiene, permanente, el tono de las cinco de la tarde en un día de invierno, rozando la nocturnidad. Esa hora del día cuando la idea del peligro cobra más fuerza fuera y el calor del fuego es impagable dentro. Tara Jane y Cynthia ya habían coincidido en varias ocasiones antes de decidir juntarse, tocando con sus respectivos grupos (la primera en Rodan, emblemática formación de Louisville pionera en conciliar la violencia emocional de un rock abrasivo, con tintes de post-hardcore, con

Escenarios: Primavera Club (Barcelona), 9 al 13 de diciembre de 2009

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Primavera Club 2009 BCN: Todo al rojo Seis apuestas sobre seguro (y a la inversa) y su fortuna The Pastels Abriendo la tanda de conciertos en una sala Apolo algo desangelada (que fue llenándose durante la actuación: era pronto, quizás, para un miércoles laborable y además la recogida de abonos y su cambio por la pulsera produjeron retrasos a muchos), The Pastels subieron al escenario con una mezcla de timidez y nerviosismo; silencios tensos entre los temas, miradas inseguras y una sensación como de excesiva preocupación por su parte lastraron un poco su actuación. Eso y la elección de un repertorio anclado en los medios tiempos (bonitos, algunos en la voz de Katrina Mitchell particularmente encantadores, pero reiterativos) hizo de su concierto algo un poco insípido, y la mala mezcla del sonido (acoples por un lado y sección de viento inaudible por el otro) no ayudó. Aún así, destacable que nos despertaran en el tramo final con 'Nothing to Be Done' y , especialment