Momentum: Bettie Serveert - "Palomine" (1992) / "Lamprey" (1995)
Al igual que por las caras B, las canciones inéditas, las maquetas y, en general, todo lo que tenga una historia curiosa detrás o esté más o menos oculto, tengo debilidad por los discos malditos; esos que suelen tener una nota media discreta cuando se revisa la discografía de un artista, que no se entendieron en su momento y que a menudo quedaron eclipsados por una obra que le precedió y fue alabada de forma unánime. A menudo no son valorados a la baja por su calidad musical sino por su desafortunada situación en el espacio y el tiempo, por lo que entendidos fuera de su contexto histórico (cuando caen en tus manos sin referencias) o comprendiendo ese contexto con la perspectiva de los años, sueles poder estimar su peso de otra manera. En el caso de la banda holandesa Bettie Serveert , para muchos llevan 20 años publicando discos a la sombra de su debut, Palomine (1992), tal fue su impacto. Cuando se reseñan sus discos se suele caer con facilidad en la mueca de insatisfacción: no