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Mostrando entradas de junio, 2012

Imperdible: Najwa - "Donde Rugen los Volcanes" (2012)

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En música no puedes dar nada por sentado, porque lo más probable es que en algún momento te tragues tus palabras. Un artista puede resultarte interesante en un momento dado y después decepcionarte con sus decisiones hasta que le haces cruz y raya, con un margen de error y de faltas variable según el apego que le tienes (el permiso y la paciencia pueden durar tres, dos, un disco) y siempre según tu criterio. La firmeza y la urgencia a la hora de posicionarte ("esto no me gusta y ya no me gustará nada suyo a partir de ahora; lo sé") se anteponen a una flexibilidad más madura que te permitiría acercarte al siguiente trabajo del artista defraudador partiendo de cero, valorándolo por lo que es, apreciándolo o rechazándolo por lo que escuchas, pero sin el terrible lastre de tener que ser consecuente con los inexorables "nunca más" que pregonaste en voz alta sin que nadie te lo pidiera. Así de pasional te hace sentir la música, al fin y al cabo.  Donde Rugen los Volcane

Minutos: Patti Smith - 'Looking For You (I Was)' (1988)

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El mundo no estaba preparado, en 1988, para encontrarse de frente con una  Patti Smith de rostro sereno, reflexiva y enamorada. Llevaba retirada de la vida pública y de su carrera musical nueve años, felizmente centrada en la escritura y entregada a la vida doméstica. Grabando los dos últimos discos del Patti Smith Group a finales de los años setenta ya andaba algo distraída, con la mente ausente. Había conocido a Fred 'Sonic' Smith (guitarrista de MC5), el hombre con el que formaría una familia y al que adoraría con verdadera devoción, y la posibilidad de galopar sobre ese intenso sentimiento a tiempo completo se convirtió en una prioridad que le ayudó a perder la motivación constante que había encontrado en la música. Muchos no podían entender cómo una mujer de su naturaleza abandonaba todo lo que había conseguido a cambio de una vida convencional en la que asumiría el papel de ama de casa sin más, pero no fue solo a causa de una iluminación amorosa. De repente su ban

Minutos: Revolution 9 - 'You Don't Know What Love Is' (1994)

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Conforme uno crece, se va dando de bruces sentimentalmente infinidad de veces, una detrás de otra, separadas entre sí por un espacio de tiempo aleatorio. Los encuentros fortuitos y las revelaciones equivalen a sorpresa, y no menos el desgaste y final de las relaciones. Algunas de esas veces, sobre todo las primeras, nos retorcemos en una escena dantesca de dolor y autocompasión que no deja de ser una mezcla de gusto enfermizo por el romanticismo aprendido según los estereotipos y miedo a la soledad tras haber saboreado las mieles de la vida compartida, al parecer tan sabrosas que nos harían cerrar los ojos, taparnos la nariz y tragar con los desagradables acompañantes sin rechistar. Cuando cuentas ya con unas cuantas decepciones y abandonos, resulta que el desvanecimiento del amor ya no se te asemeja a una desgracia insalvable; es más bien como un corte en la yema de un dedo: la sangre es un escándalo, si agitas la mano porque escuece lo salpicas todo, pero las consecuencias son i

El despiece: Saint Etienne (enamorándome de)

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¿Qué sabía yo de Saint Etienne ? Y sin embargo tenía la vaga y absurda sensación de que lo sabía todo. Este despiece no puede ser como los anteriores, ocasiones en las que desarrollo sobre todo mi faceta de documentalista para destacar (o rescatar, en algunos casos) la trayectoria de un artista o una banda que he estudiado de manera natural y relajada en los años inmediatamente anteriores. Necesito aparcar lo estrictamente intelectual, los hechos históricos. Necesito derrochar chispas de bengala, resbalarme en hierba húmeda y descorchar una botella de champán para explicar la agitación que me ha producido pasarme la última semana destapando las cartas (equivalentes a dos, tres barajas y sumando) de la discografía del trío británico, sintiéndome cada vez más irremediablemente tentado.  Cuando de golpe se revela ante ti el recorrido de una banda que tiene más de veinte años de canciones a sus espaldas, te preguntas en qué momento te saltaste la verdad y el contenido y te perdis

Escenarios: Primavera Sound (Barcelona), 30 de mayo al 2 de junio de 2012

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Me siento a escribir sobre el Primavera Sound de este año y lo hago con la sensación de haber vivido una edición más relajada que las inmediatamente anteriores, sin saber discernir si se ha tratado de un cambio personal en mi manera de moverme por la programación de estos últimos días o si en realidad se ha servido todo de una manera más cómoda y fácil esta vez, a pesar de esas dos constantes en todo festival: las amargas coincidencias horarias de varias bandas de interés -es inevitable- y el hecho de que, no lo olvidemos, escuchar música y sentir algo con ella no deja de ser una ceremonia muy íntima que se puede torcer súbitamente en un recinto donde dan tumbos aleatoriamente más de veinte mil personas. Esta parte se hace verdaderamente difícil de tragar si prefieres las experiencias religiosas de puertas para dentro a las que se viven en desequilibrada comunión, lo cual hace que al final me pregunte (lo mismo vosotros también os lo planteáis) qué hago metido en un festival.  Mi