Escenarios: Presentación Doropaedia #9 - Heliogàbal (Barcelona), 30 de septiembre de 2010


Como apuntó Daniel Descabello a la mitad del (mini) set en el que acompañó a Tu Madre a la guitarra, se celebraba en Barcelona la presentación de la última entrega de Doropaedia (dedicada esta vez al concepto del coleccionismo: http://www.produccionesdoradas.com/doropaedia_joomla/), después de dos años en los que se había hecho en Madrid, un pretexto de peso para ver juntos a tres de los grupos que han aportado un tema al mini-cd de esta entrega (¡Pelea! se quedaron en casa, lamentablemente). Los primeros en dar la cara sobre el escenario de Heliogàbal fueron Za!, un dúo de química inflamable que me pilló por sorpresa y que con su ristra de pedales de efectos para guitarra y voz dejaron los ecos psicodélicos de bandas como Ganglians en golosinas, epatando con una sincronización perfecta en cada uno de los compases deformes que integran sus canciones (¿Cómo vas a etiquetar? Pies metidos en jazz, pop, kraut-rock, ¿qué sé yo?). Ellos parecían Looney Tunes con cuerpos hechos de ruido de televisión desintonizada, aterradores por momentos; melódicos y balsámicos en otros; y gamberros y cómicos casi todo el tiempo. Para abrir la boca como solo puede hacerlo un dibujo animado.

Con un loop diabólico que repetía "os dejamos con las Tu Madre" dieron paso Za! a la actuación del trío femenino que más alegrías le ha dado a la escena barcelonesa en los últimos años. Quizás porque me gustan tanto fui consciente de que lo que sucedió ese día fue algo a medio gas: agradecida presencia de Dani a la guitarra pero a cambio de la ausencia de la insustituible Álex, hecho que hizo que las chicas fueran conscientes de que aquello no acababa de tirar y de que no pasaría de lo anecdótico. Tocaron cuatro temas con cierta apatía y se despidieron. De hecho no se despidieron a la francesa. Para cerrar, mi primera vez ante la nueva formación de Thelemáticos, Sergio (el Thelemático rosa) respaldado por la base rítmica de Sibyl Vane y dando un concierto breve y redondo. Luciana asume con naturalidad las partes vocales agudas que solía cantar el Thelemático verde y las canciones nuevas tienen una crudeza y una inmediatez de las que crean una insana adicción, aunque la principal atracción (la tenía justo en frente) es ver a Rocío a la batería: lo que hacen los años y la experiencia; era una máquina imbatible, simplemente embelesadora. Que perdiera las gafas de pasta en un momento dado no debía sorprender. Otra velada que confirma el buen estado de la escena nacional, de la que tenemos que estar agradecidos.

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