Paseos 2011 (y 2ª Parte)
Golpes Bajos – ‘No Mires a
los Ojos de la Gente’ (Ep, 1983)
Pura y llana paranoia,
estupenda en la boba voz que pone Germán Coppini. Podría estar hablando del
agobio latente en una gran ciudad y de la necesidad de evitarlo a toda costa, o
estar retratándose celoso de alguien a quien quiere atar corto, pero su
advertencia le delata en realidad aterrorizado por el aspecto más oscuro de la
naturaleza humana. Prevenir antes que curar el dolor que nos hacen esos
desconocidos que sonríen engañosamente y a los que intuimos un objetivo oculto;
un temor infantil revelado en la vida adulta. “No salgas a la calle cuando hay
gente / ¿Y si no vuelves? ¿Y si te pierdes?”. La agorafobia es solo una excusa.
Tu Madre – ‘Los Dientes’
(Valentina, 2011)
“Te di un beso en los
dientes, y es que no estaba viendo / que mientras yo te besaba, en mi cara te
estabas riendo”. ¿Qué era esto? Uno está acostumbrado al sentido del humor de
Tu Madre, pero cuando empieza a sonar ‘Los Dientes’ hacia el final del disco
que han publicado este año, la sorpresa gana a la carcajada. Es como una
canción de folklore del norte de hace más de cien años; suena a lo que cantaría
una señora vieja, muy de su pueblo, a capella ante las cámaras de España
Directo cualquier tarde, mientras la reportera se quedaría a cuadros. Ese
bello surrealismo español es lo que me inspira.
Echobelly – ‘I’m Not a Saint’ (Lustra, 1997)
En verano, bastante desganado con la música que había estado machacando, empecé de manera nada premeditada a escuchar a grupos que habían sido importantes para mí hace mucho. Mi cerebro me pedía esa regresión, quizás en busca de lo que me daba cobijo cuando aún tenía edad para que me cobijasen terceros. Disfrutar de Lustra de Echobelly como no había logrado hacerlo en la época en que lo compré fue toda una sorpresa. Era una banda de trucos contados y los agotaron en este álbum, pero me resistí demasiado a canciones como ésta en su día. Escuchada un mediodía de julio, subiendo alguna calle con la bicicleta o a pie, no le pongo ninguna pega.
Felt – ‘My Face is on Fire’ (My Face is on Fire, 1982)
Lawrence muy al principio.
Felt tienen en este single una crudeza acústica (irresistible punteo melódico)
que no deja el pelo ni las yemas de los dedos humedecidas como lo hace la
neblina de su trabajo posterior, y aún así puede competir en finura con sus
discos más celebrados de mediados de los ochenta: la batería reducida a mínimos
quizás ayude a acentuar esa carencia de cristalinidad pero ahí están las
imágenes melancólicas (“Son las seis y treinta, la lluvia cae y el cielo es
como un globo amarillo”), las provocadoras (“Estaba leyendo el libro de Naomi y
su arremolinada visión de la vergüenza”) y unas inflexiones vocales
inconfundibles.
Joanna Newsom – ‘Sawdust and Diamonds’ (Ys, 2006)
Lo que me ocurrió con esta
canción no lo he experimentado excesivas veces. Pasa cuando las notas, las
palabras y la interpretación de las mismas conectan con tu sistema nervioso efusivamente
y te coge con la guardia baja. Cada vez que Joanna se dispone a enfilarse en la
sección en la que acelera con el arpa (“Y en el momento que me dormí, fui
arrastrada por un temblor horrible”), me faltaba el aire, tenía que respirar
más hondo y se me saltaban las lágrimas sin esfuerzo, absolutamente
conmocionado. Hablo en pasado porque no he vuelto a escucharla desde que lo
hice repetidamente esas tardes de enero. De momento me basta con ese ardiente
recuerdo, y gracias a ello conecté con Ys, un disco alabado por todos que no
llegué a entender hasta esto. Es la única pieza de ese álbum en la que Joanna
está sola con su instrumento, y es que la letra habla de la mágica y eterna
relación que tiene y anhela tener con él.
Beach House – ‘Real Love’ (iTunes Session, 2010)
Con la de este verano, ya
van tres visitas en tres años consecutivos –justificadísimas- de Beach House a
nuestro país. Gracias a ello les hemos visto florecer en directo, y
precisamente eso es lo que recoge esta grabación lozana de hipersensibilidad de
‘Real Love’: la imagen del dúo en un momento excelente y emocionante. El piano
del original sustituido por la siempre sinuosa guitarra de Alex Scally, y Victoria Legrand elevando las palabras por encima de donde damos vueltas los mortales, y no solo
porque la cante un tono más alto que en disco. “Algo va mal en nuestros
corazones / cuando laten puros permanecen separados / En la habitación negra,
la luz / mira como cae la gaviota / el amor verdadero te encuentra en algún
lugar cuando le das la espalda”. No conozco, creo, una pieza que explique mejor
el miedo, la reticencia inicial y la vulnerabilidad del enamoramiento
primerizo.
Fang – ‘Campo de Naranjos’
(Dos Vidas, 2004)
En esta canción hay dos
versos en concreto que cuando los canta Mariona Aupí hacen que me estremezca:
“Me has mirado extraño, con ojos de cera” y “Es un campo de naranjos, con el
cielo todo verde, y mil soles de cobre iluminan tus ojos”. Los acordes, el
ritmo comedido, todo tiene sabor a la tierra decrépita de una relación que ya
no tiene sentido, a la que le queda de bueno los recuerdos agradables y nada
más. Quién iba a imaginarse que a Aupí le sentaría como un guante el cambio del
registro oscurantista en inglés a esta madurez más sucinta y en castellano.
Scrawl – ‘Rot’ (Nature
Film, 1998)
¿Robar cualquier cosa, saquear a quien sea y guardarlo todo por el
miedo a no disponer de nada el día de mañana?
¿O es ese apego a los objetos que nos impide desprendernos de ellos?
Quizás sea ambos. En esta canción de Scrawl, originalmente publicada en 1990
pero regrabada (más musculosa, mejor tocada) por la formación femenina de Ohio para
su último disco de 1998, no queda claro si se habla de avaricia enfermiza o de
desesperada paranoia por asegurarse algo a lo que agarrarse en tiempos
adversos. “Gracias, lo necesite o no /
guárdalo, déjalo, ya veré cómo se pudre”.
La tacañería preventiva tiene, sí, un punto de demencia.
Gargabe – ‘Queer’ (Garbage,
1995)
Hubo un tiempo, básicamente
los meses que rodearon la grabación y la publicación de este disco, en el que
Garbage podían ser tremendamente sexuales sin pasarse de artificio; textura
desprovista de ese aturdimiento machacón y ordinario que se fue apoderando de
sus hazañas posteriores. En cuanto a sexy
inquietante, quizás sea ‘Queer’ el mejor trofeo en su estante: la música
bascula entre el jugueteo y la amenaza, y Shirley Manson (una vez visto el
videoclip de Stephane Sednaoui, la imagen noir se hace inseparable) es como una
provocadora voz de la conciencia que no deja de llamarte cobarde, marica y
penoso para conseguir que reacciones, dirigiéndose a todos esos inseguros que
no tuvieron voz para defenderse de las burlas adolescentes y que se han quedado
atemorizados de por vida.
Arponera – ‘Pobre de Mí’
(Arponera, 2011)
Quien las viera debutar
hace poco más de un año en un destartalado concierto de solo tres temas
(versión de la obra maestra de Esclarecidos que las bautizó incluida) quizás ni
las reconozca en su debut. El trío de Barcelona suena muchísimo más ensayado y
con toda la chispa encendida, y en miniaturas como en ‘Pobre de Mí’ se suman a
los logros líricos en píldoras que nos van sorprendiendo en el panorama
nacional últimamente: “Sin trabajo y sin dinero nunca hago lo que quiero /
Pobre de mí / (…) Las abejas sin panales, elecciones generales”. Todo esto, a
trote de un post-punk (como dicen por ahí) fúnebre y selvático, con Lilliput y
algo de The Slits cerquita.
Agent Ribbons – ‘I’m Alright’ (Chateau Chrone, 2010)
“Si necesitas dármelo todo,
espero que me lo pogas difícil para saber con seguridad que siempre habrá
más”. El segundo disco de Agent Ribbons está lleno de picaresca y de guiños al
cabaret, pero ‘I’m Alright’ en concreto es una canción basada en un riff
adictivo y sexy y una serie de pequeños detalles que la hacen imprevisible,
como determinados cambios de acordes gracias a los cuales parece que la canción
vaya por un sitio que no debe, se detenga, recule y retome el camino lógico.
Parece complicado, pero escuchado es tan sencillo como el pop de artesano.
Wim Mertens – ‘Mildly Skeeming’ (Vergessen, 1982)
Fue la penúltima pieza de
un puzle que llevo intentando acabar años, el de descubrir canciones que
conservo sin títulos ni autores desde que era pequeño. En este caso, escuché una
melodía familiar en un reportaje de Canal 33 y fui rápido utilizando Shazam:
Wim Mertens, ‘4 Mains’. Era y no era. ‘Mildly Skeeming’ es una reinterpretación
enrevesada de esa otra pieza, escrita para piano a cuatro manos. Aquí, suena un
zumbido programado que nos remite al motor de una nevera sobre el que aparece
rápido una línea melódica de flauta, la primera de muchas otras que florecen
poco a poco hasta que parecen rodear a la composición de pequeños leds que
parpadean. Pasados los siete minutos, adentrados en un laberinto claustrofóbico,
se corta abruptamente.
Suzanne Vega – ‘Predictions’ (Days of Open Hand, 1990)
El clima misterioso en el que se desenvuelve Suzanne Vega cobra todo el sentido cuando le oímos decir: “Adivinemos el futuro / veamos cómo se ha hecho antes: / con números, con espejos, con agua / con puntos dibujados al azar sobre el papel”. La incertidumbre, la posibilidad del derrumbe de una situación que nos parece estable o favorable a cambio de una peor, puede crear ansiedad e impaciencia, pero ella habla con la calma del científico que consulta libros, toma apuntes y se roza la barbilla con el pulgar, para rematarlo con un tono que hace tentadoras las opciones que nos deja encima de la mesa, las mismas que le proporcionan la métrica y el ritmo que hacen de esta pieza algo magnético.
Comentarios
Un abrazo y que tengas una entrada de año sensacional!
A mi siempre me gustaron mucho golpes bajos, tenia sus discos gracias al hermano mayor de una amiga, tenian algo y eso que yo en aquel entonces escuchaba de madonna a michael Jackson, tenia un batiburrillo encima …. Y cada vez que escucho esta canción pienso pero que buena es, no se ha quedado anticuada ni da vergüenza ajena me sigue pareciendo una maravilla.
Que casualidad que yo terminanse el año escuchando esa misma sesión de Beach house. Con las letras que tienen tan tristes a mi siempre me expanden el corazón. Todo lo contrario que felt que si que me ponen muy melancolica.
A mi me gustaria hacer como tú no andar tan pendiente del día a día y escuchar más cosas antiguas. Yo creo que es porque como nunca hasta ahora lo tuve todo tan a mano que antes era todo lo contrario que estabas con una cinta meses…..
Que bien escribes estanis que me gusta mucho, tu sigue y no nos dejes porfa.
Me pasaré otro rato que hay muchas canciones que no me ha dejado escuchar el reproductor, como mis queridos echobelly y garbage.
Un beso muy fuerte.
¡saludos!