Escenarios: Christina Rosenvinge + Refree - Luz de Gas (Barcelona), 12 de abril de 2012

Alta (dis)tensión

Si hablamos de trucos y trampas es porque nos han intentado dar gato por liebre, y tratándose de Christina Rosenvinge es algo que habitualmente no está en el menú. Algo ocurre cuando toca en Luz de Gas, una sala a priori acertada para los recitales acústicos que ha venido dando los últimos meses: hace dos años, dentro del ciclo En Persona (donde la intención era que el concierto fuera un intercambio de impresiones, preguntas y peticiones con el público), no fue culpa suya sino de un concepto que se quedó en algo frío y no acabó de fluir, y ahí compartió responsabilidad con la audiencia. De lo que vimos el jueves, me temo, sí es la principal responsable. Fue justamente con motivo de esa velada anterior en Luz de Gas que conoció a Raül Fernández, Refree, con quien inició una fructífera relación creativa que conocerá sus verdaderos resultados en el próximo disco con material nuevo de Rosenvinge. Él ejerció de puntal clave la noche del jueves, no solo como admirable instrumentista adornando las canciones de ella, sino interpretando algunas de las suyas con una maestría y una ternura conmovedoras. Empezó la noche a la guitarra acústica acompañado de violonchelo con un pequeño set de cinco temas, siendo 'Al Senyor Beltran' y 'La Mestressa' las primeras, y medio concierto cayeron un par más en las que se dejó acompañar por Rosenvinge (aplaudida a rabiar 'Envejece'), además de la versión que hace ella de 'El Sur'. Resulta curioso: cantando en catalán, Refree adquiere el tono de un sabio con muchos más años de los que él tiene, y en castellano tiene el nervio de un narrador o un voyeur más juvenil y desenfadado. Sus estudios musicales enriquecen las canciones con rodeos de acordes y giros melódicos y estructurales que ilustran muy bien las historias. No me cabe duda de que, a menos que este mundo en el que todo cada vez es más efímero se vuelva mucho más loco, Raül Fernández será recordado entres los nombres ilustres de la canción catalana como Sisa o Pau Riba.

Christina Rosenvinge tuvo, en cambio, una noche irregular. Teniendo en cuenta que la excusa de la gira es la edición de Un Caso Sin Resolver (2011), la caja retrospectiva que abarca prácticamente toda su carrera musical, la selección de temas (aunque generosa) presentó escasas sorpresas respecto a sus últimas giras, y al cierre se despachó con algunas decepciones. Problema de desequilibrio: discos como Foreign Land y Cerrado se quedaron en el más absoluto olvido mientras veíamos como desgranaba ni más ni menos que siete temas de Tu Labio Superior, piezas que ha estado tocando sin parar los últimos cuatro años y que empiezan a flojear ('Anoche', 'Negro Cinturón'; cierto que tampoco fueron nunca de mis favoritas). Ha adquirido, además, uno de esos temidos tics de directo que lastran su interpretación: de manera aleatoria e impulsiva, imprime a la voz una potencia que no le hace ningún favor a su timbre vocal, despojando a los versos de la sensibilidad que sí que oímos en los discos y transmitiendo una sensación de prisa y apatía. Ocurrió exageradamente en una acelerada 'Animales Vertebrados' y de manera salteada en el resto del repertorio.

No todo fue malo: a pesar de empezar de manera obvia con 'La Distancia Adecuada', enfiló el concierto muy bien al principio con 'Nadie Como Tú' y la versión más emotiva que le he oído de 'As the Wind Blows' (Refree al piano y Aurora Aroca emitiendo zumbidos subterráneos de violonchelo que parecían coches a toda velocidad), a la que siguió una renovada 'Mil Pedazos' por la vía frágil, como apuntaba la maqueta original que se incluye entre las rarezas de la caja. A partir de ahí hubieron acentuados altibajos e interpretaciones destartaladas (errores, entradas a destiempo) de canciones como 'Tu Sombra', 'Alta Tensión', 'Eclipse' y 'Tok Tok' (estas dos juntas, como es habitual, pero desgranadas con la mente en Babia). A parte del simpático número que se marcaron ella y Refree tocando el piano a cuatro manos en 'Un Hombre Muy Formal', volvió a brillar rescatando 'Continental 62' (un momento arriesgado y para perderse sin tener noción del tiempo) y durante 'Desierto', pero era fácil porque son dos de sus mejores composiciones. Por suerte también dejó respirar con la delicadeza de los originales y sin estridencias en la voz a los dos primeros bises, la preciosa 'Jorge y Yo' y lo que se ha convertido en otro pilar de sus conciertos, 'Canción del Eco'. 'Muertos o Algo Mejor' puso final a la velada con el único guiño a un disco que debería revisar más, Mi Pequeño Animal. Christina Rosenvinge es alguien a quien he visto en todo tipo de formatos una decena de veces, y si sigo volviendo es porque la he visto vacilar quizás solamente un par, siendo ésta la segunda. Le he visto conciertos verdaderamente sublimes e interesantes. Esa noche parecía no tener ella interés en pasar del trámite, y rapidito. Veremos qué pasa en el Primavera Sound.

Setlist (Christina Rosenvinge):

la distancia adecuada / nadie como tú / as the wind blows / mil pedazos / el sud / tu sombra / anoche / negro cinturón / animales vertebrados / un hombre muy formal / eclipse / tok tok / alta tensión / desierto / continental 62 / tú por mí // jorge y yo / canción del eco // alguien que cuide de mí / muertos o algo mejor


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