Escenarios: Pretenders - Palau Reial de Pedralbes (Barcelona), 1 de julio de 2024


Costó tragarse el precio; costó tragarse que fuese en un “festival” paraguas de varios conciertos independientes a lo largo de un mes que se hace llamar así solo para encarecer las entradas; y costó, una vez allí, atravesar los jardines del Palau Reial de Pedralbes entre gente de la zona alta de Barcelona que parecía fauna de la revista Hola!, alternando en rincones de supuesto lujo patrocinados por periódicos y compañías de seguros, habilitados porque la música no es el centro de todo. Es “la experiencia”, dicen, ¿verdad? Aunque pongo empeño en evitar circos tan descaradamente perversos de estos nuestros tiempos, la coherencia siempre tiene un talón de Aquiles que nos hace sentir peores personas ni que sea por unas horas, y la noche del lunes mi talón de Aquiles era Chrissie Hynde (voz, guitarra); para mí una voz maternal a base de recurrir a Pretenders por mi cuenta desde que sonaban en casa de pequeño y un referente que nunca había podido ver en directo. Las visitas más recientes de la banda a Cataluña ya habían sido para actuar en eventos veraniegos como este (Porta Ferrada en 2009 y Cap Roig en 2017), pero a Barcelona no habían vuelto desde una rara actuación en la sala Bikini en 2003, y digo rara porque hasta entonces solo habían tocado en la ciudad condal como teloneros de The Rolling Stones o metidos en combos de macroconciertos más o menos desafortunados -con Bon Jovi y Van Halen en 1995; con Texas y La Oreja de Van Gogh en 1999- que dan una idea de lo perdido que se puede estar para clasificar a Pretenders en el imaginario pop-rock. 

He de decir que, superada la breve excursión del principio, cuando llegué al escenario montado frente a la misma fachada del Palau Reial vi a mucha gente que estaba allí por motivos emocionales de peso y ajena a la parafernalia corporativa, hasta una camiseta de Circle Jerks. Si la selección de música que sonó antes del concierto no era de la propia Chrissie Hynde, quien la hizo estuvo afinadísimo porque era como escuchar la banda sonora de la autobiografía que publicó hace unos años: Carpenters, Small Faces, Jackie Wilson, Mitch Ryder & the Detroit Wheels, The Persuaders, The Stooges... Esa es la línea sucesoria en la que yo veo correctamente posicionados a Pretenders, no al lado de bandas de rock duro diseñado para estadios ni reducidos a pop blando para adultos. Desde la concepción del grupo, cuando Chrissie llevaba a penas cinco años en Londres y los punks dominaban la contracultura, demostró que podía casar una agresividad admirablemente inventiva a la guitarra con la solidez melódica de esa era dorada de pop, soul y garage que había cimentado su gusto musical, y ayer el repertorio dio fe de ese eclecticismo. Pretenders llegaban a Barcelona con una formación que ya lleva un tiempo funcionando en directo -Chris Hill (bajo), Kris Sonne (batería) y James Walbourne (guitarra)- y un trío de discos notables publicados en la última década que quizás bastarían para vertebrar un concierto electrizante, pero que no fueron el foco de la velada a pesar de que son la garantía de que el grupo está en un buen momento y no solo vive de rentas. Lo que ofrecieron fue una retrospectiva bien calculada donde se repartió para todos: éxitos de radiofórmula, algunas de esas canciones nuevas y otras emblemáticas del catálogo para los más aplicados. Al salir del concierto, el comentario más escuchado era la exclamación ante la desenvoltura de una Chrissie Hynde que en el escenario se quita de encima por lo menos la mitad de sus 72 años, eso refiriéndose solo a su firmeza física; la voz, tan impoluta como siempre, aún es más asombrosa. Chrissie es de las únicas cantantes de su generación que no ha tenido que bajar tonos a su cancionero antiguo para interpretarlo hoy en día. Solo las piezas más recientes (bueno, y el precio) podían delatar que estos eran los Pretenders de 2024 y no los de 1984. No suenan así porque los músicos sean jóvenes; es que no se ha estropeado nada de lo que hace de Chrissie una artista excepcional.


El muestrario empezó donde empieza el álbum Relentless (2023), un 'Losing My Sense of Taste' agridulce -es la reflexión de Chrissie sobre la indiferencia que sientes cuando alcanzas la tercera edad y ya lo has visto todo- seguido del glam-blues de 'Turf Accountant Daddy', del disco anterior. Fue un buen calentamiento para un público entusiasmado pero de algún modo castrado al tener que estar anclado a la silla, pero nada podía prepararnos para escuchar una interpretación soberbia de 'Kid' al tercer tema, tan fiel al original que con el impacto se me saltaron las lágrimas. Con ella dio comienzo el primer bloque dedicado a su trabajo de los años '80: 'Message of Love', el 'Private Life' que se apropió Grace Jones para asentar su personalidad artística gracias al desapego y la arrogancia que Chrissie ya imprimió al original, y madrugones de éxitos rotundos como 'Back on the Chain Gang' y una 'Don't Get Me Wrong' con la que invitó al público a levantarse y bailar por primera vez, subidón que prolongó siguiéndola de 'Day after Day', quizás un single menor de Pretenders II (1981) pero vigorizante y cautivador en este contexto. Es en este segmento también donde tiene lugar el momento quizás más embelesador de la noche, un 'Hymn to Her' reducido a la guitarra reverberante y etérea de James Walbourne y a la voz de Chrissie que me sonó tan poderoso como el 'Song to the Siren' de Liz Fraser y Robin Guthrie. Durante muchos años, Andy Seymour fue el mejor sucesor de James Honeyman-Scott (el guitarrista original, fallecido en 1982) en Pretenders, pero habiendo visto a Walbourne en acción me arriesgo a decir que ya le ha arrebatado el puesto en cuanto a arrojo y versatilidad; también con un punto exhibicionista, pero si puede hacer barbaridades como la que hizo en el final acelerado del rockabilly 'Thumbelina' habrá que consentírselo. "Me encantan las bandas de rock. ¿No os encantan, más que los bailes y las coreografías?", dijo Hynde sonriendo cuando James acababa de rematar uno de esos solos de guitarra.

Fue una decisión sabia reenganchar la presentación de canciones nuevas con 'Let the Sun Come In' y 'Vainglorius', que tanto suenan a los Pretenders de los tres primeros discos (los que más peso tienen en el setlist), y colar sorpresas como 'Time the Avenger' y la festiva -vía ritmo clásico de Bo Diddley- 'Break Up the Concrete', pero lo que quedó patente conforme se agotaba el tiempo es que la representación de la discografía comprendida entre 1990 y principios de los 2000 -su periodo más irregular con diferencia- quedaría reducida a 'I'll Stand by You', una balada que siempre me ha parecido demasiado afectada para los estándares de Chrissie pero que tuvo el contrapunto perfecto cuando en la recta final encadenó dos de sus composiciones más sucias y sensuales, 'Up the Neck' y la agitada 'Bad Boys Get Spanked'. 'Middle of the Road' volvió a levantar a la gente de los asientos y sonó a lógico fin de fiesta, pero después de escenificar una súplica por los bises que no duró ni un minuto pusieron el colofón al concierto con 'Stop Your Sobbing', el single que lo empezó todo para Pretenders, y 'Mystery Achievement', esa suerte de final abierto con el que acababa su primer disco. Cuando estoy levantándome del asiento para salir empieza a sonar 'All Tomorrow's Parties' de The Velvet Underground & Nico, ese sonido majestuoso detrás del cual se ha especulado que hay una protagonista que es desgraciada por su sobreesfuerzo para encajar allí donde anhela pertenecer. "No tengo trofeos expuestos / renuncio a ellos por escrito", cantaba en cambio Chrissie en 'Mystery Achievement', ya en 1979. Esa clase de irreverencia es exactamente lo que sigue exudando a día de hoy. 


Setlist:
Losing My Sense of Taste / Turf Accountant Daddy / Kid / Message of Love / Private Life / Back on the Chain Gang / Hymn to Her / Don't Get Me Wrong / Day After Day / Thumbelina / Let the Sun Come In / Vainglorious / Time the Avenger / Junkie Walk / I'll Stand by You / Break Up the Concrete / Up the Neck / Bad Boys Get Spanked / Middle of the Road // Stop Your Sobbing / Mystery Achievement

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