Escenarios: La Plaça Odissea (Barcelona), 17 y 18 de abril de 2009


Poco atino en general el de todas las previsiones meteorológicas que consulté el viernes, ya que a pesar de la constante amenaza de lluvia las dos jornadas del festival de la Plaça de l'Odissea de este año (la del jueves fue bajo cubierto) pudieron celebrarse sin suspensiones ni sustos. El viernes les tocó abrir fuego a los sevillanos Bombones, que tuvieron en las tres primeras filas a un improvisado grupo de quinceañeras extranjeras en pleno viaje de fin de curso como efímero y entregado club de fans. Destacable el entusiasmo de la banda, aunque no su buen hacer: pop rock de marcada influencia sixties, pasado por el filtro de grupos de britpop de los 90 como Embrace y medianías de este siglo como Deluxe. Que rellenasen repertorio con versiones de Cyndi Lauper ('The Goonies 'r' Good Enough'), The Smiths (calco mediocre de 'Girlfriend In a Coma') y un horrible mash-up con la música del 'Hard to Explain' de The Strokes con la melodía de 'Genie In a Bottle' de Christina Aguilera, no les hizo ningún bien para redimir un directo a penas correcto.

Si después de ti haciendo eso tienen que subirse al escenario Lacrosse (en la foto), verdaderos triunfadores del festival, ya puedes dar por hecho que van a evidenciar tu suspenso sobre las tablas. El grupo sueco, de gira para presentar los temas de un segundo álbum que debe publicarse en dos semanas, demostró tener un directo tan sólido como festivo, algo que los sitúa en el mismo barco que unos Architecture In Helsinki o unos The Brunettes fuera del contexto romántico. Un concierto sin altibajos, de canciones llenas de detalles y golpes de efecto, y un notable desparpajo y simpatía para dirigirse al público. rozando la excelencia. Lamentablemente, a Sr. Chinarro solo pudimos verles en el tramo final de su actuación, por lo que será más justo dejarse las valoraciones para una próxima cita, aunque cabe destacar que a Antonio Luque se le veía especialmente contento con la respuesta del público.

Para el sábado, la propuesta para última hora de la tarde supuso un reto para el público por parte de la organización con el concierto de Cuchillo, en las antípodas de lo que hicieron Bombones a la misma hora el día anterior. Empezaron con un mantra minimalista en mi mayor y a partir de ahí desarrollaron un repertorio que basculó entre destellos de melancolía ensoñadora y acordes menores de tristeza casi fúnebre; en algún lugar entre Galaxie 500, los Low más parcos y los shoegazers de los años 90. Klaus & Kinski jugaron un papel similar al de Lacrosse en cuanto a que su directo fue un soplo de aire fresco que aligeró el ambiente. Su fórmula de pop de lenguaje cotidiano y corte ecléctico (la muestra más evidente, ese bolero que es 'Mengele y el Amor', "canción que les gusta tanto a nuestras madres, pero creo que no entienden la letra muy bien", dijo su cantante Marina) triunfa sin mucho esfuerzo porque tiene pegada. Un fallo en el Mac del que dependen como caja de ritmos y teclado obligó a la cantante a intentar entretener al público con un amago de monólogo mientras se solucionaba el problema, sin dudar incluso para cantar un trozo de una canción de Yo La Tengo a capela. Aunque para inolvidable, lo que soltó la primera vez que se dirigió a la audiencia: "Creo que este es el sitio más bonito en el que hemos tocado. A parte de que en este escenario estamos súper alto… se os ve el cartón a todos los medio calvos".

Cerraron el festival los británicos Piano Magic, que me sorprendieron con un repertorio de rock robusto y lleno de texturas de guitarra bañada en delay. Por lo poco que había explorado su discografía y las reseñas que había podido leer desde que empezaron a destacar en la prensa especializada, tenía un concepto de ellos completamente opuesto, de banda de composiciones minimalistas y de corte lento y experimental. Leo ahora que hacia 2005 dieron un giro más pop a su sonido; y lo corroboro, pues no hubo en el concierto de ayer ningún momento de parón o de difícil digestión. La gente estaba entregada, y por la amplia sonrisa del líder Glen Johnson tras el último zumbido de ruido blanco que finalizó su actuación, él también sabía que convencieron.

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