En el trastero: Throwing Muses - Demos 1983 / 1984



¿Alguien se acuerda de cuando tenía catorce años? Séptimo, octavo curso; los juegos empiezan a quedar atrás a cambio de ese irracional mal humor adolescente, sueños sexuales diurnos, la absurda sensación de que uno es más mayor y avispado que los mayores avispados. Osadía inaplacable y, en un segundo, una inseguridad y una cobardía que hacen que la idea de vivir parezca eterna e insoportable... Y mucha, mucha energía desperdiciada. En mi caso, fue a esa edad cuando empecé a canalizarla componiendo canciones y tocándolas con un compañero de clase que no tenía tanto interés en esa catarsis como yo, supongo que porque él no sufría ninguno de los grandes problemas que pueden hundirte en ese microcosmos púber.

No me hace falta comparar mis catorce años con los de nadie para saber cuán ridículos puderon ser hasta cierto punto, pero la verdad es que al toparme hace tres años con estas primeras maquetas de Throwing Muses, grabadas en 1983 y 1984 cuando Kristin Hersh (voz, guitarra) y Tanya Donelly (guitarra, voz) tenían esa edad, estaba asombrado y muerto de envidia. Durante mi primer año componiendo nunca fui más allá de imitar de manera muy verde (risible) a Nirvana, Hole y The Breeders; y sin embargo, aquí están estas maquetas que Hersh siempre deseó que no vieran la luz, y uno no se explica cómo puede guardar tal sentimiento de vergüenza tratándose de unas grabaciones que retratan a una banda con una personalidad tan marcada, fresca y espontánea a una edad tan temprana. Aunque estas primerizas canciones tienen un toque juvenil y a veces incluso cómico que resulta inusual tratándose de los Muses, oyendo su inconformismo y su nada estereotipado acercamiento a los instrumentos es comprensible que solo un par de años después ya pudieran entregarle a 4AD un disco de debut tan maduro y desarmante. Kristin Hersh formó Throwing Muses como vehículo para articular todas esas canciones que la visitaban como visiones alrededor de 1981 en Rhode Island, tentando a una Tanya Donelly (su hermanastra) que al principio no estaba muy interesada.

"Tanya ni siquiera quiso tocar nada durante un año, pero yo era muy pesada con el tema. En retrospectiva, fue como un truco sucio; crecimos en una pequeña isla dentro de Rhode Island, así que no había mucha gente a la que le pedirías que estuviese en un grupo. Ella estaba allí, era enrollada y tenía buen gusto, así que nos metimos en ello juntas".
Kristin Hersh

La primera formación de la banda la redondearon dos amigas del instituto, Elaine Adamedes (teclado, bajo, voz) y Becca Blumen (batería, voz), y es la que grabó la maqueta de 1983. En ella ya se divisan muchos de los rasgos angulares que situarían en muy poco tiempo al grupo en un lugar muy personal, pero con un desparpajo que acerca esas líneas de guitarra codificadas en morse y la presencia del teclado Casio a algo más pop y new wave. Aún así, las estructuras que juegan al despiste y que serán marca del estilo de Kristin aparecen ya en temas como 'Nuke Your Heart' (el encuentro del crudo encanto de The Raincoats con la excentricidad de dibujo animado de Talking Heads) o 'There's No Excuse' (que inspira un sentimiento de melancolía en la estrofa para pronto oscurecer en un estribillo doliente). En '(Don't) Look at Me That Way' y 'Lizzie Sage' el tono ensoñador de los teclados dirige al combo hacia lugares deliciosamente melódicos, y 'Don't Pull Back' es un revés de pop-punk inmediato.

En 1984 graban su segunda maqueta, ya con Dave Narcizo en el lugar de batería (que ocupará hasta día de hoy) y aportando al conjunto su granito de complejidad con unos ritmos completamente libres, a causa básicamente de su inexperiencia y de no quedarle más remedio que ser ingenioso e inventivo, ya que disponía de una batería sin platillos. El grupo progresa adecuadamente al respecto de la primera grabación, y empieza a denotarse una marcada diferencia entre los temas más maduros y los más ligeros. Entre los primeros, destaca el ambiente de batalla de 'Bird Of Paradox' (de la cual Kristin aprovechó un trozo años después para redondear un tema de 1996, 'Ruthie's Knocking'), la rareza de 'Desert', los acordes con regusto fronterizo de 'Clear and Great' o la genial 'The Burrow', en la que las chicas no dudan en jadear. Sorprende encontrar una seminal versión de uno de los mayores éxitos firmados por Tanya Donelly, 'Not Too Soon', y el ver cómo se tomaban con el suficiente sentido del humor como para escribir una canción como 'Machismo', que viene a ridiculizar la actitud de los chicos adolescentes que las rodeaban con su estribillo de "Vamos nena, nena vamos" en voz de Mickey Mouse, y que llegaron a dedicar al equipo de fútbol del instituto en uno de sus primeros conciertos en una fiesta de fin de curso.

La calidad de las grabaciones dista mucho de ser excelente, pero su importancia histórica es innegable y debemos agradecer su difusión a algún generoso fan y a la época en la que vivimos. Kristin Hersh quizás no esté muy contenta con la revelación de lo que ella quería enterrar como secreto, pero para todo el que tenga un mínimo de conocimiento sobre Throwing Muses o algo de curiosidad, escuchar esto es algo que le merecerá la pena.


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Comentarios

Bea ha dicho que…
Muchas gracias por las maquetas, no tenia ni idea de sus comienzos, muy interesante todo lo que cuentas, tengo curiosidad por escucharlas.
Besos.
Estanis Solsona ha dicho que…
Gracias a ti por el comentario, espero que te gusten :)