Minutos: Paseos 2010 (2ª Parte)


La segunda tanda de los Paseos de 2010. Acabando los de la última parte para mañana me doy cuenta de que quizás sea una sutileza, pero esto acaba siendo un diario personal.


(A Swedish Love Story, 2010)



Pallett escribió esta canción al respecto de lo absurdo de darle vueltas a las cosas en busca de la perfección, a riesgo de perder la espontaneidad y la frescura primeriza, pero con versos como “En algún lugar entre la ventana y la puerta / me acordé de lo que era jugar, jugar, jugar” y el optimismo contagiado de nostalgia de todo lo que suena, bien puede aplicarse también a esas ocasiones en las que nos ponemos demasiados obstáculos en la vida diaria y deberíamos dejarnos un poco más en paz.


(Desayuno Continental, 2009)



Lo de bailar con el corazón en la boca adquiere en el ambiente nocturno y tristón de este tema un significado literal y conmovedor. Sigo volviendo a esos versos que resumen tan bien la inseguridad de alguien que no se siente lo suficientemente bueno y teme perder a quien ama: “¿Qué va a suceder cuando llegue un hombre inglés / serio y elegante y con dinero para darte? / No le hagas caso, no vendas tu amor”. Lo ojos se me humedecen ligeramente ahora que lo veo escrito. Te da miedo hasta perder lo que no tienes.


(Turismo de Interior, 2006)



Lo peor de “la enfermedad incurable de la enésima oportunidad” es que no se trata de darle esa oportunidad a otro, no. Es la situación que se da cuando nos acobardamos para decidirnos por un cambio a pesar de que somos conscientes de lo insostenible de nuestra situación presente. Abandonar lugares que nos son familiares, descubrir nuevas caras… da pereza y espanta, pero debe hacerse. “Tengo que asumir un nuevo papel / que no estoy acostumbrada a interpretar / rigurosamente participativo / no estoy sonriendo”. Sibyl Vane escribieron las letras en mayúsculas para Turismo de Interior.


(Big Science, 1982)



La belleza está ahí y a veces pasa inadvertida; como la de este tema, que escucho desde pequeño pero que no me ha hablado directamente hasta ahora. Sobre un leve tintineo metálico, lo que recita Laurie Anderson es para mí una clara manifestación de supervivencia cotidiana, sin adornos, limpia: “Caminas, y no siempre te das cuenta, pero siempre te estás cayendo / Con cada paso, te caes ligeramente hacia delante, y con el siguiente evitas caerte / (…) Y así es como puedes estar andando y cayéndote al mismo tiempo”.


(16 Lovers Lane, 1988)



Pocos misterios quedan sin resolver con los iPhones a mano. La técnica de memorización de versos durante horas para buscarlos en Google al llegar a casa cuando suena una canción en un bar de madrugada y necesitas saber de quién es sí o sí queda obsoleta (lo mismo para la de preguntar al dj) cuando alguien saca un iPhone y reconoce dicha canción con Shazam. Y así ocurrió con ‘Love Goes On!’, la canción que abre con exuberancia romántica el disco 16 Lovers Lane y que a mí me abrió la puerta a The Go-Betweens. El hilo optimista, la impecable guitarra acústica y el tarareo del estribillo te contagian inevitablemente, y el pecho se te hincha como cuando te atreves a decirle algo tontorrón a alguien y te devuelve una sonrisa.


(Dreamy, 1991)



Unos que hicieron de lo primitivo y del humor falsamente ingenuo todo un estilo. Esta canción me divierte porque mi madre solía cruzar los dedos cuando veía a un pelirrojo, por extraña superstición. Sobre un raca-raca de esqueléticos acordes y acompañamiento, con su clásica voz inexpresiva, Calvin Johnson advierte y divierte a costa de una atracción fatal por una pelirroja:“Te cortará el corazón como los diamantes, fin de la historia / apuesta a que vas a perder la cabeza por esa endiablada gloria color carmín / (…) Escucha lo que te dice este hombre sabio: Aléjate de los pelirrojos”.





Oír a Gordon Gano impacientándose y poniéndose excesivamente nervioso (violento prácticamente) con la persona que le roba el sueño es hilarante pero innegablemente real a puerta cerrada. Una pataleta por amor no correspondido, o quizás todo siguen siendo sus ganas de echar un polvo en el fondo. Él suena serio al respecto y la música enloquece con su rabieta.“Dame una señal que pueda seguir, una promesa / una promesa / Y tú eres infeliz / (Esto es solo una suposición)”.


(Crooked, 2010)



Kristin ha explicado que ‘Flooding’ le hizo llorar cuando la compuso, algo que no le ocurre a menudo. Meses después, moría Vic Chesnutt y la canción cobró todo sentido para ella; era como si hubiera presagiado el desastre. La canción se mueve a la velocidad a la que danzan las cosas en la densidad del fondo del océano, firme en la primera parte cuando describe la seguridad con la que alguien tiene decidido irse (“Puedo señalar el momento en el que cerraste los ojos y dijiste ‘Sí’ a la riada”) y borrosa por el duelo después (“El doble de rápido, sedienta de alguien que se fue en la mitad de tiempo”). El tiempo se para, el corazón se comprime.


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