Minutos: Joanna Newsom – ‘Peach, Plum, Pear’ (2004)




Creo que los arreglos que un compositor elige para una canción no son nunca gratuitos. Sí imagino que podrán surgir fruto de la casualidad, del azar, pero la decisión de mantenerlos debe ir más allá de algo simplemente estético. El sonido y su estambre aportan en una canción tantos símbolos y significados como las palabras. Para ‘Peach, Plum, Pear’ creo que Joanna Newsom buscaba algo distinto desde el principio. La canción hizo su primera aparición en el ep que autoeditó en 2002, Walnut Whales, en una versión de voz y teclado Wurlitzer que ya hacía de ella una pequeña anomalía entre la belleza calmada del resto.

Quizás la naturaleza contrariada del tema le pedía algo molesto y agresivo que ni el piano ni el arpa podían aportar, ni siquiera la leve distorsión del Wurlitzer, así que al volver a grabarla para su debut para Drag City The Milk-Eyed Mender (2004) dio con lo que necesitaba: aceleró el tempo y utilizó el clavicordio; un sonido metálico repartido en pequeños golpes achispados que ilustraban mejor el tumulto interior de la historia. El mejor ejemplo de su ingente talento como poetisa quizás se encuentre en la extensión de los cuentos de Ys (2006), fértiles en imaginería y cosidos con palabras que conjuran algo muy físico y tangente, pero desde el principio Newsom ha sido alguien muy perspicaz con el uso de los términos de manera bastante hábil y ojo, no tan críptica como pueda parecer en una primera lectura.

Precisamente, lo que es tan especial de ‘Peach, Plum, Pear’ es que la situación que narra es fácilmente reconocible para cualquiera: en un encuentro casual, una persona que le atrae y a la que nunca habría atrevido a dirigirse le habla inesperadamente; demuestra un interés en ella que le choca por completo, le halaga pero sobre todo le confunde (“Soy una pesada sensible / tú lo pareces aún más / y yo estoy sorprendida / (…) lo que era dorado se ha vuelto gris / y de repente me siento tímida”; el dorado volviéndose gris representa el descenso del pedestal del objeto de deseo inalcanzable, teniéndolo ahora ante ella). Es la canción de The Milk-Eyed Mender en la que araña más la voz (quienes se regocijan en lo de su timbre de gato en esta primera época tienen aquí un filón), y eso tampoco es casual pues simboliza un poco el apabullamiento y el desconcierto de la situación. Joanna, aún extrañada, parece aprovechar la atención que le presta ese alguien al que ya deseaba (“Le dominaba, cuando solía dominarme él a mí / Galopábamos maniacos hacia la boca de la fuente”) pero no se libera de esa sensación insegura de no entender por qué de repente la merece (“Estaba triste y me encontraba mal / (…) ¿Soy tanto para ti? ¿Es que corro de manera extraña?”). Haber acabado consiguiendo lo que anhelaba en esas circunstancias la deja decepcionada, y la situación pierde toda la magia y el cosquilleo de cuando no era consumada: “Ahora ya está hecho / mira cómo se va”.


'Peach, Plum, Pear’ apareció en el EP Walnut Whales autoeditado por Joanna en 2002; y en el álbum The Milk-Eyed Mender, publicado en marzo de 2004


Comentarios

Sergio DS ha dicho que…
Me gusta tu blog, ya me tienes entre tus seguidores
Un saludo
:)
Estanis Solsona ha dicho que…
muchas gracias Sergio :)

un saludo!