Por el atajo: Undershakers - "Sola" (1997)
El año pasado, la organización del festival Primavera Sound propuso a los habituales del foro de su página web que, con vistas a la edición de 2011, empezasen a proponer nombres de grupos que les gustaría ver si pudiesen decidir la programación de uno de sus escenarios. Si bien la idea no cuajó tal como parecía que la insinuaban (finalmente no hay escenario forero), quienes mandan hicieron todo lo posible por conseguir que figurasen la mayoría de propuestas que habían obtenido más votos. Entre ellas, apareció una tímida y curiosa: ver a Nosoträsh –que no publican disco desde 2005- tocando íntegramente la que se considera su obra más personal y conseguida, Popemas (2002). Podía parecer algo poco original o aleatorio en los tiempos de don’t look back que estamos viviendo, pero el hecho es que la idea caló, tiró adelante y acabará materializándose en mayo en el Fórum barcelonés. La idea de reseñar este EP de Undershakers (compañeras generacionales de Nosoträsh cuando surgieron y también compatriotas asturianas), que Subterfuge publicó en 1997, me rondaba por la cabeza esta mañana cuando al entrar en el foro del festival he leído que alguien había escrito, en el hilo de Nosoträsh: “Para otro año podemos pedir a las Undershakers”, una casualidad tonta que me ha hecho gracia porque yo la secundaría con toda seriedad. El grupo que integraban las hermanas Mar (guitarra, voz) y Alicia Álvarez (bajo, voz), Sandra Tocino (voz), Cristina Gutiérrez (batería) y Lara González (teclado) quizás no llegó a la depuración de estilo que hoy hace que se reivindique a sus camaradas como autoras de uno de los trabajos clave del pop en español de la década pasada, pero también es cierto que no tuvieron tiempo, y no es que se estuviesen quietas con el que tuvieron. Juntadas en la banda cuando el verano de 1994 daba sus últimos coletazos, empezaron chifladas por el garage rock sesentero y entonado en inglés, pero para cuando se separaron en el año 2000 ya habían dado prioridad a las canciones compuestas en castellano en su repertorio y su ímpetu garagero se estaba transformando despacio y con buena letra en inmediatez pop, así que nunca sabremos cuánto más lejos podrían haber llegado. Mar y Alicia, principales compositoras en el quinteto, siguieron remendando sutilezas a partir de entonces en su excelente proyecto conjunto Pauline en la Playa, y es que al fin y al cabo la entidad de Undershakers era su carácter desenfadado y sinvergüenza. Aún recuerdo un concierto suyo en el Festimad de Madrid de 1998 que grabé de Radio 3 en cinta de casete: pura diversión y, como dijo Sandra cuando tocaron la sensiblona ‘A Friend’ mientras Mar cambiaba una cuerda rota a la guitarra, “Mariconadas las justas”.
Sola (1997) inmortaliza el que personalmente me parece su mejor momento: seis temas donde escuchamos un progreso evidente en el campo de la composición y de la producción respecto a su debut (mal ha pasado el tiempo para el sonido plano de Night Show, 1996, tímido en contraste con lo que se venía hablando de sus directos; las tomas del EP Undershakers, 1995, hacen mejor justicia a cuatro de esos temas) y la captura de una crudeza que se oscureció con cosméticos en su segundo disco, Vudú, publicado en 1998. En Sola empiezan a casar su gusto por la agresividad efervescente del garage con ganchos pop irresistibles. Supone su estreno grabando canciones propias en castellano, una decisión acertada que tiene un precedente en forma de anécdota también vinculada a Nosötrash, a quienes Alicia Álvarez regaló el tema 'Mis Muñecas', uno de sus singles más reconocidos, porque no hubo consenso para incorporarlo al repertorio de Undershakers. Las dos canciones propias en castellano de Sola son muestra del sarcasmo tan natural que hacía de Undershakers algo singular: el discurso autosuficiente y cómico de ‘Sola’ bien puede ser el mejor ejemplo de ese equilibrio entre la granujería y la firmeza que encontramos en su discografía, y la euforia de ‘Al Revés’ (“Pintar de negro el suelo y después pasear por él / Convertirte en parte hasta de la pared / y el corazón te late rápido y quizás al revés”) es tan breve y jocosa que provoca la necesidad de una segunda escucha inmediata. Completa la mitad en castellano del EP la versión ye-ye de ‘A Tu Vera’ que ya habían aportado al disco Canciones del Cine Español (1986-1996). Además de eso, una revisión de un clásico de Shocking Blue que les sienta como un guante y que solía ser favorita en sus conciertos (‘Send Me a Postcard’; despliegue vocal de Sandra, ¿qué andará haciendo ahora?); punteos arabescos y psicodelia oscura en ‘Big Dog’ (una de esas piezas tan sexuales como burlonas que destapaban de vez en cuando) y otra de sus canciones a recordar, ‘Reflections’, tensa y anhelante por la vía de la tristeza, ejemplo de un tipo de canción -esa manera de transmitir la aflicción con firmeza gracias a la voz de Sandra- que se les daba muy bien.
Me da la sensación de que en determinados círculos no se tomaría en serio a quien diga que echa de menos a Undershakers; no sé si es porque se recuerda tanto su desenvoltura y el aspecto divertido de su trabajo y de sus directos que se olvida que era un grupo de pop-rock muy bueno, que transmitía unas vibraciones muy especiales. No hay año en que no dedique unos días a devorar su discografía de nuevo. Eso creo que hace de ellas algo trascendente en mi vida. Las echo de menos.
Para escuchar en Spotify:
Comentarios
muchas gracias!!!
Lara... ¡¡juntaos!! jajaja. me ha hecho mucha ilusión que dejaras un comentario, gracias a vosotras por todo lo que hicisteis :)
Un beso.
qué suerte, yo nunca llegué a verlas en directo, y mira que me hubiera encantado. en esa época aún no podía viajar de un lado a otro y a mi Lleida natal vinieron pocos grupos *independientes*, jeje.
un abrazo!