Minutos: Tori Amos - 'Caught a Lite Sneeze' / 'Professional Widow' (1996)



Creo que fue el modo en que apoyaba su lengua detrás de los dos dientes incisivos superiores para pronunciar las eles. Tori Amos en plano medio corto, envuelta por la espuma de un mar revuelto añadido con dudoso gusto por vía digital, en el videoclip de 'Caught a Lite Sneeze'; la primera vez que me parece que la vi, en 1996. Había otras secuencias que hacían de la pieza algo más interesante para los ojos, con un punto agobiante, pero cada vez que aparecía ella de cerca haciendo como si cantase -y sin conocer yo su contexto musical- era todo tan new age que se me mezclaba con Enya y unas acuarelas; aunque quizás fuesen las acuarelas disueltas en el bote turbio donde limpias el pincel después de usar cada uno de los colores, porque a pesar del rechazo inexplicable que sentí hacia ella, siempre hubo algo sucio en 'Caught a Lite Sneeze' (primer single de su disco Boys For Pele, 1996) que me embelesó.

A Tori me la salté -hasta el año pasado- de la lista de discípulas aventajadas de Kate Bush; esa única canción no bastó para crearme el interés que me llevase a investigar. Pero mi ruta por esa vía ha sido bastante extraña de todos modos: Joanna Newsom fue quien me llevó a saber sobre Kate Bush más allá de 'Wuthering Heighs', pero antes que a ellas dos, conocí a esa especie de stalker que se lanzó en España como si Bush no hubiese existido llamada Virjinia Glück. Tori Amos no llegó a disfrazarse de réplica como la desvergonzada Virjinia, pero los vestigios del aprendizaje adquirido desmontando las composiciones de Kate son más obvios en su música que en la de otras admiradoras confesas como Sinéad O'Connor o Alison Goldfrapp. Amos, que partía de una formación clásica de piano (Bush tomó algunas lecciones en el colegio, pero fue sobre todo autodidacta), tomó buena nota de los giros teatrales -vocales y estructurales- de las piezas de su guía para elaborar las suyas, pero lo obvio de las similitudes no llega (siempre) a anular una manera propia de contar las cosas. La Tori Amos que me interesa es la que se olvida del storytelling al que pone tanto empeño en convencer por apasionado que el efecto es el de escuchar una simulación. Cuando eso no ocurre, hay luz; o más bien, una agradecida e irresistible oscuridad.

Me compré Boys For Pele en CD como lo hubiera hecho hace 20 años, sin haberlo escuchado antes, aunque estaba entre otros discos de segunda mano por cuatro euros, tristemente devaluado. En claro contraste con la saturación de blanco de sus antecesores, para su tercer disco Tori se retrató sucia y autoritaria en un porche, sosteniendo un rifle, y la Pelé del título es una diosa de la mitología hawaiana que provocaba las erupciones del volcán donde vivía con su poder y su pasión, una imagen que le sirvió a la artista para cimentar el concepto del álbum, que giraría entorno a sus experiencias más tortuosas con los hombres, tanto en relaciones duraderas como en encuentros fortuitos. Es un álbum absurdamente largo (propio de la década en que se publicó; catorce temas y cuatro interludios) donde se encuentran canciones excelsas reducidas a la voz con mínimo acompañamiento, muestras de lo bien que le sienta la síntesis para conmover ('Blood Roses', 'Marianne', 'Father Lucifer'), pero 'Caught a Lite Sneeze' y muy especialmente 'Professional Widow' destacan entre lo gentil por subirle la dureza al carboncillo y rayar con más fuerza.



En ambas suena un clavicordio que aporta un toque inevitablemente barroco (el disco fue grabado en su mayoría dentro de una iglesia irlandesa, redondeando un juego perverso entre la temática y el entorno), pero las emociones que recogen son muy distintas. 'Caught a Lite Sneeze' se mece en un fuerte sentimiento de angustia y melancolía, los delirios febriles de quien ha visto cómo una relación que consideraba sólida se ha esfumado como si nada (Tori había roto un largo noviazgo con Eric Rosse, productor de Little Earthquakes y Under the Pink); el pulso rugoso del ritmo junto con el sonido metálico y onírico del clavicordio hace que quieras ponerte en posición fetal y abrazar las piernas con fuerza para confortarte. 'Professional Widow', en cambio, está alimentada por una vileza aún húmeda: dirigida desde un riff perverso y unas programaciones que se arrastran en una charca de brea y esperma, siempre se ha rumoreado que la canción fue inspirada por la actitud abusiva e interesada con la que Courtney Love usa a la gente.

Ya desde la época de su debut, Tori Amos tenía una especie de relación platónica -quizás consumada más tarde- con Trent Reznor de Nine Inch Nails, quien profesaba por ella un sentimiento recíproco de admiración que les llevó a conocerse y a colaborar en 1994 en la canción 'Past the Mission'. Reznor admitió en la revista Spin en 1996 que con Amos "ya no tenemos tanta confianza. Algo de intromisión maliciosa por parte de Courtney Love. Pero siento lo mismo que antes por Tori". Nunca se ha detallado en qué consistieron sus impertinencias, pero la ira alimenta versos indiscutibles como "Cantera de escoria / mierda de ciervo / cariño, acércala a mis labios / no te vueles los sesos todavía / tenemos que ser grandes, chico / (...) Llegaremos a un acuerdo, le haremos sentir como a un congresista". El espectro de Kate Bush se cuela en un interludio ácido y melódico que pronto se traduce en un último bofetón rematado con referencias a la heroína ("Sor María, blanca como la porcelana / marrón debe ser más dulce / ella te abastecerá"), punto final a una letra que retrata las posiciones de poder en las relaciones con una fascinante complejidad y sugiere con frialdad cómo se puede dirigir a alguien hacia un estado de lo más lamentable desde el cinismo y la manipulación emocional.

aparecieron en el álbum Boys For Pele de
Tori Amos, publicado en enero de 1996
(Enlaces a Spotify pulsando en
cada uno de los títulos)

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