Escenarios: The Breeders + Disco Doom - Le Transbordeur (Lyon), 18 de noviembre de 2018


Fotografías de casponiliott (arriba)


De cuando involuntariamente memorizaba revistas musicales a base de releer las reseñas de los grupos que me gustaban, como si insistiendo en repasarlas ampliase la escueta información que tenía a mi alcance, recuerdo muy bien las crónicas de las visitas de The Breeders a España en 1994 y de The Amps -proyecto de Kim Deal (guitarra, bajo, voz) que publicó un solo disco- en 1995. Básicamente se resumía cómo las carencias de un directo que se preveía efervescente pero que terminaba resultando en un desorden poco favorecedor se le acababan consintiendo a Deal, porque como contrapartida estaba esa campechanía irresistible que te puede engatusar hasta que no osas reprocharle nada, aunque sepas que es juego sucio. Así, el pasado domingo en la sala Le Transbordeur de Lyon, Kim se resistía a empezar a tocar 'No Aloha' esperando a que apareciesen unas gafas de sol que quería llevar puestas durante esos dos minutos y medio. Kelley Deal (guitarra, voz, bajo) se exclamó: "¿De verdad estamos esperando por unas gafas de sol? Esto no tiene precedente". Cuando se las puso y se precipitó a empezar el tema, con tanto nervio, se le fue la mano hasta los acordes equivocados y así se quedó, salvándolo con la sonrisa.

No fue la única canción de la noche en la que se apreció algún descosido notorio, así que las palabras que leí en los 90 resonaban y me venían al pelo para describir el transcurso de la velada. Objetivamente fue un buen concierto, sin desastres, pero se percibió cierta falta de enfoque y concentración en las antípodas de cuando vi al grupo en 2013. En esa ocasión, girando por el 20 aniversario del celebrado Last Splash (1993), actuaron por partida doble dentro del Primavera Sound; primero por sorpresa en la sala Apolo y al día siguiente en uno de los escenarios grandes del Fórum. Era la primera gira que realizaba la misma formación que actuó en Lyon (la que grabó ese álbum, con Josephine Wiggs al bajo y Jim MacPherson a la batería), reunida por primera vez desde 1994, y llegaron a España con a penas una docena de fechas a sus espaldas. A Francia llegaban el pasado domingo con más de ochenta. Uno pensaría que el rodaje del repertorio solo puede ser positivo para interpretarlo sin fisuras, pero el peligro de que pesen el cansancio, la flojera y la risa tonta es más real. En 2013 no tenían todavía el rodaje pero los recitales fueron brillantes, aumentando el porcentaje de profesionalidad -quizás nerviosos por cumplir con buena nota en su reentré- y sonando como nunca lo hicieron ni en su año de mayor éxito dos décadas atrás (las interferencias etílicas y estupefacientes, mientras cabalgaban la ola dorada del rock alternativo que llegó a las masas, también contribuyeron). Ahora están más relajados, algo bueno y malo.

El cuarteto suizo Disco Doom ejerció de telonero, abriendo oportunamente su set con una canción ('Endless Summer') que sonó a un híbrido perfecto entre los mismos The Breeders y sus paisanos de Dayton (Ohio), Guided By Voices. Me alivió leer después que su trayectoria se remonta al año 1996 porque su libro de estilo remite absolutamente al indie rock americano de esa época, de una forma que un grupo joven solo puede conseguir mediante estudio y diseño hoy en día. Hubo un par de apuntes ruidosos -uno particularmente potente en la recta final- y otro par de psicodelia más compleja, pero entendida -como mucho, como mucho- según Pavement. The Breeders aparecieron en el escenario al son de 'Bela Lugosi's Dead' de Bauhaus y arrancaron con una de las muchas piezas emblemáticas de Last Splash que hicieron madrugar en el repertorio, una 'Saints' que sonó comedida, pero que funcionó bien como apertura al acompañarla del estímulo inmediato que proporciona 'Wait In the Car', lo primero que conocimos del álbum All Nerve (2018) la pasada primavera. La misma 'All Nerve', conmoviendo con su exposición de vulnerabilidad, fue memorable; la única pieza de cuño reciente entre píldoras de pop que el público recibe con felicidad como 'No Aloha', 'Divine Hammer', 'Invisible Man' y la dulce 'Fortunately Gone', de las pocas citas a Pod (1990) en un repertorio estructurado alrededor del último disco y de Last Splash.

No era fácil recrear en directo la magia de 'Dawn: Making an Effort' pero se acercaron mucho: desarrollada a partir del oleaje radiante que sale de las cuerdas de Kelley Deal, y con el añadido progresivo de coros y arreglos, es lo más parecido a una interpretación del dream pop según The Breeders que haya figurado jamás en su catálogo. Contando con las canciones nuevas, han quedado fuera de sus setlists las de Pacer (1995) -álbum que Kim grabó bajo el nombre de The Amps y al que solían recurrir- y solo queda espacio para sus discos opacos y arties de la década pasada en forma de recuerdos simbólicos: el minimalismo bailable de 'Bang On' (de Mountain Battles, 2008) y la embelesadora 'Off You' (de Title TK, 2002), que sirvió para constatar cómo de respetuosa es la audiencia de la ciudad gala en comparación con la española: cero cháchara frívola, todo silencio reverencial en una pieza intimista que de verdad lo requería. Fue una interrupción casi mística en un punto en el que ya habían sonado seguidas 'New Year' y 'Cannonball' -recordando una vez más que Last Splash es un disco de garage armado con collages imposibles- y nos habían tomado el pelo diciendo que, en ausencia de la violinista Carrie Bradley, Kelley haría un excelente solo vocal en 'Drivin' On 9' a falta de violín, cuando en realidad se lo pasó en grande haciendo el bobo.

En la recta final, Josephine Wiggs y Kim se intercambiaron bajo y guitarra en la perversa 'MetaGoth' (la voz seca de Josephine añade un talante crucial a su atmósfera, resultando en uno de los mejores temas de All Nerve) y Kim se dejó el bajo colgado para acabar el set principal con 'Gigantic', su pieza estrella en Pixies, que para mí fue un poco como cuando la gente se molestaba si New Order tocaba 'Love Will Tear Us Apart' de Joy Division en 2005: prefiero no mezclar. Llegaríamos a la friolera de 24 temas, breves en su mayoría y disparados uno detrás del otro, excepto los tres que interpretaron tras unos pocos minutos de aplausos en el bis, donde los aires surf de 'I Just Wanna Get Along' nos apearon en el terreno sensible de 'Do You Love Me Now?' para acabar realizando una agradecida última visita a Pod (ya había sonado, desaliñada, 'Happiness Is a Warm Gun') con 'When I Was a Painter', escenificando su despedida tal y como concluye la canción: Kim y Kelley dejaron sus guitarras y se fueron las primeras, quedándonos a solas con la sección rítmica. Un último vistazo a la figura imperturbable de Josephine tocando el bajo y la oportunidad de centrarse en los golpes de Jim sin tener la tentación de desviar la mirada para ver en qué andan las hermanas Deal. Ha sido menos de un minuto, pero sus vibraciones ya se han echado de menos.

Setlist:
Saints / Wait In the Car / No Aloha / Divine Hammer / All Nerve / Invisible Man / Fortunately Gone / Dawn: Making an Effort / Happiness Is a Warm Gun / Safari / New Year / Cannonball / Bang On / Skinhead #2 / Drivin' On 9 / Off You / Spacewoman / S.O.S. / Nervous Mary / MetaGoth / Gigantic // I Just Wanna Get Along / Do You Love Me Now? / When I Was a Painter

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