Escenarios: Mary Timony + Centella - Heliogàbal (Barcelona), 14 de agosto de 2008



En medio del sopor veraniego y de un largo parón en la (mi) agenda de conciertos, que hasta julio había mantenido un buen ritmo, a finales de la semana pasada se publicitó la visita de Mary Timony a Cataluña, una mini-gira que la llevaría a tocar cuatro únicos conciertos en la comunidad y la devolvería a su América natal. A pesar de la notable popularidad del grupo que lideró hacia mediados de los años 90 (Helium) y de haber publicado ya cuatro discos en solitario desde el año 2000, Mary Timony nunca había venido a España a presentarlos en directo. Al romper con su banda, publicó un álbum de debut más introspectivo y minimalista musicalmente, pero sus referencias nunca han dejado de estar ahí: música para cuentos de hadas, más o menos arisca, que bebe de la inspiración en la época medieval y el mundo de los sueños para las letras y para los fraseos de guitarra, sin duda una de sus características más rotundamente originales. Con el paso de los discos, su estilo ha vuelto a confundirse con los rasgos que la pusieron en el panorama musical en primer lugar: el indie rock de guitarras, la presencia de una banda completa que improvisa y una mayor elaboración en los arreglos.

El concierto de ayer en la sala Heliogàbal estaba anunciado como un concierto acústico, pero para su debut en la ciudad condal finalmente fue la electricidad la que dominó el repertorio. Tras unas primeras piezas al piano en las que se mostró algo dubitativa y tímida (el público estaba muy cerca, pero también hay que añadir que muchos estaban cerca de la reverencia), Timony se colgó la guitarra eléctrica y se sumaron a ella un bajista y un batería capaces de tener la mesura que marcan sus temas más pop y de realizar improvisaciones que quedan peligrosamente cerca del virtuosismo en otras ocasiones. Se centró sobretodo en su último trabajo, pero las contadas repescas estuvieron sacadas de su segundo disco The Golden Dove (una de cal y otra de arena: 'Dryad and the Mule' perdió parte de su ironía sin las palmas de fondo y los silbidos, pero 'Blood Tree' perturbó como debía antes de mutar en ese estribillo pop incontestable). Rodeada de pedales de efectos que le dan los matices a sus fábulas, y canalizando por momentos a Sonic Youth, lo único que se le pudo achacar a la velada de ayer fueron los desajustes técnicos -hicieron que el concierto pareciera más disperso de lo que realmente era- y esos largos desarrollos instrumentales que hacen que uno pierda un poco el hilo.

Antes, como teloneros, Centella, el nuevo proyecto de la que fuera la cantante y guitarrista de Sibyl Vane hasta hace bien poco. Quizás los temas de Myspace hacen presagiar otra cosa, pero pareció un simple ejercicio de estilo indie rock en forma de batería y guitarra primitiva, pequeñas canciones-broma de cuarenta y cinco segundos, actitud dejada sobre el escenario y, al fin y al cabo, el reflejo de poco más que de tener ganas de montar un grupo con un determinado concepto. Ahora mismo a años luz (por debajo) de Tu Madre.


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