Tarde o temprano: Islaja - "Keraaminen Pää" (2010)

Como en cualquier ejercicio artístico, en el juego de la composición musical pesa la intención del artista pero no más que otros factores como el entorno o el azar, elementos con tal poder insospechado que las propias canciones pueden convertirse en resolutivas quimeras que saben (y por lo tanto exigen) qué necesitan comer, qué es lo que quieren de su creador. La finlandesa Merja Kokkonen, el pálido rostro de Islaja, se tomó su tiempo y se paseó por tres continentes durante tres años, tiempo durante el cual los temas de Keraaminen Pää (“Cabeza de cerámica” en finés) fueron arrastrando a su paso con pequeños trozos de metralla y espuma marina hasta darle a su chasis el encofrado necesario. Aún así, escribiendo con las manos heladas mientras escucho de nuevo el disco, no puedo dejar de pensar que estas canciones estaban solo medio-entusiasmadas de dar vueltas por el mundo y por eso se emperraron en recoger solo bonitos cascotes que les remitieran al clima que realmente añoraban: el gélido frío invernal de Helsinki habita en su corazón, por mucho que ella no resida ya en la ciudad, y así se palpa en la proyección de sus sentimientos en esta música. 

Una rápida ojeada a su dossier de prensa nos mostrará repetidas veces los nombres de Björk o Nico, referencias que imagino serán válidas si te preguntan por su música subiendo al metro y tienes que responder a quien se queda en el andén antes de que se cierren las puertas (tres segundos), pero las melodías de Kokkonen no son ni tan coloristas ni tan rígidas, parecen más bien influidas por el folclore de su tierra natal y, hasta cierto punto, por elementos de la cultura oriental. La libertad atmosférica y libre de metrónomo, arreglos como el saxofón distante y el bajo trémulo, bien podrían situarla cerca de exploradores vanguardistas como fueron en su día Tuxedomoon o Laurie Anderson. No importa si es el piano dolorido y delicado de 'Suzy Sudenkita' o 'Yövalo', o los sintetizadores marcando el ritmo desestabilizador de 'Dadahuulet' y 'Joku Toi Radion'; es el retrato de un lugar solitario e introspectivo, el hálito en la oscuridad de quien busca respuestas a los sinsentidos emocionales que nos perturban (escalofriante la letra de la que escogió el título: "Sobre la brillante mesa finalmente lo vi / estaba a tu servicio y servir era mi vida / (...) Estaba en medio de una niebla y me manejaba otra persona / era una cabeza de cerámica sobre hombros de madera").


*Esta reseña apareció originalmente en el número de noviembre de 2010 de I Like Magazine.
Para escuchar en Spotify: 

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