Escenarios: Neneh Cherry and RocketNumberNine - Kursaal (Donostia), 28 de noviembre de 2015

Fotografía de Óscar Alonso


Colocadas a los extremos de la larga temporada en que suspendió la actividad a su nombre en favor de expandir su discografía por la vía de colaboraciones de lo más heterogéneas, Neneh Cherry tiene en su repertorio dos canciones que se titulan 'Everything'. La primera cerraba el álbum Man (1996) con tono afligido, una balada de pop-rock dirigida desde el piano y con arreglos de cuerda que, además de embellecer, pretendían consolidar su intencionada trascendencia; una balada de lo más convencional. Dándole el mismo título a la composición que también pone punto final al disco que ha hecho tangible su regreso, Blank Project (2014), Cherry se marca todo un gesto cero melancólico: quizás no le importe que la energía rauda, torcida y cruda de la nueva canción se escriba encima del discurso de la antigua, que la sustituya definitivamente en las mentes de todos. Y tras ver con qué portento se manejó sobre el escenario de la Sala Polivalente de la Kursaal de Donostia, vertebrando el concierto con su material más reciente y advirtiendo con un "Fuck nostalgia" al hacer las mínimas concesiones a su catálogo anterior, no me cabe la menor duda de que si dice que el mejor momento es siempre ahora, lo hace con convicción.

La Neneh Cherry de ahora es el resultado del esquinazo que dio a los compromisos y contradicciones que traía consigo el reconocimiento del que disfrutaba en la arena del pop mainstream. Man acabó siendo su trabajo más ordinario porque se vio presionada cuando Virgin rechazó un disco entero grabado con Tricky, mucho más aventurado y temerario, que para la discográfica no podía afianzar el éxito mundial de su dueto con Youssou N'Dour '7 Seconds', lo único que les importaba. El mismo Tricky, escocido aún a finales de 1996, no se cortó para comentar con la prensa musical su decepción por las concesiones de Neneh y como amigo suyo destacó que "es una mujer que ha luchado y ha sufrido, ha tenido una vida difícil (...) Pero si escuchas sus discos, es una mujer que quiere salvar el mundo, que quiere a todo el mundo, muy blanda. Esa no es ella". Y quizás Cherry no ha vuelto a lanzarse a lo grande con su nombre hasta que ha sentido que ya era ella. Encendió la mecha su colaboración con el trío nórdico de jazz experimental The Thing (inmortalizada en The Cherry Thing, 2012) y de ahí a juntarse con los también suecos RocketNumberNine para ese Blank Project que ha girado durante más de un año. La de Donostia era la última fecha antes de entrar en el estudio a grabar la continuación, según anunció emocionada la otra noche.

Neneh vino acompañada únicamente por los artífices del sonido en el disco, el imponente y solvente dúo que forman los hermanos Ben (sintetizador) y Tom Page (batería), recreando una austeridad -también escénica: en Kursaal no se usaron las proyecciones que se han visto en otras ciudades- que si en el estudio tiene una refrescante apariencia casual, en directo se ve dinamitada varios enteros por los tres vértices del triángulo que forman junto a una cantante a la que siempre ha sido imposible, también innecesario, clasificar. Hip-hop, electrónica, soul, jazz, pop, rock... Estilos que Neneh ha moldeado y sobre los que ha entonado en ocasiones con fidelidad y respeto, pero la mayoría de veces haciéndolos confluir con tanto descaro como mimo. 

Tras empezar con el ambiente lúgubre de 'Spit Three Times', se movió rápidamente a territorio más bailable con el terror tribal de los graves distorsionados y los timbales de 'Blank Project' y una 'Weightless' que, como la mayoría, se vio estirada en minutaje e improvisación para el placer de una audiencia predispuesta a desatar su entusiasmo desde el principio, pero inevitablemente incentivada por el el vigor juvenil que luce Neneh Cherry (contoneos y bailes cosidos con sonrisas y saludable campechanía) y la relajada complicidad de los músicos sobre el escenario. A penas un respiro con la introspectiva '422' (que rebautizó como 'Bullshit' para subrayar "la mierda que nos rodea... demasiada mierda, demasiada guerra") y madrugaron revisiones adaptadas al lenguaje de RocketNumberNine de 'Manchild' (recrudecida pero fiel), y 'Woman' (tinte negro vía beats digitales sesgados, feroces). La recta final puso patas arriba la sala con el ritmo descoyuntado de 'Everything' y, sobre todo, el espectáculo que es 'Dossier' con el simple juego de micrófonos de Neneh y los crescendos que introducen cada estribillo. Dos bises de contrastes: emoción a flor de piel con la espiritual 'Across the Water' (solo voz y percusión) y la supuestamente ineludible repesca de 'Buffalo Stance' cerrando con sudor y sacudidas una hora y cuarto estupenda que, no obstante, nos escatimó dos excitantes piezas de Blank Project como son 'Cynical' y 'Naked'.

Acabado el recital pude saludar a Neneh. Le quería contar que el primer concierto al que fui en la vida fue suyo, una rara visita al Pavellón de los Campos Elíseos de Lleida en marzo de 1997, cuando yo tenía trece años y ella promocionaba Man. Rara porque nunca venía ningún artista internacional a esas tierras. Me enteré porque se colgó un cartel hasta en la puerta del bar de jubilados de mi pueblo y para mí era todo un evento, así que le pedí a mi madre que me llevase. Neneh sonrió mientras se lo contaba y antes de colocarnos para la fotografía de recuerdo, me dijo: "Cool mama!". La foto es un desastre; salí con ojos saltones, como de enloquecido... Maldita (bendita) emoción.



Setlist:
Spit Three Times / Blank Project / Weightless / 422 / Manchild / Woman / Everything / Dossier / Out of the Black // Across the Water / Buffalo Stance








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