Diez años de Picadura de Abeja (2008-2018)

Dice el historial que publiqué el primer artículo de este blog -una revisión de uno de los trabajos más cuestionados de The B-52's, Mesopotamia- el 26 de julio de 2008, un sábado ni más ni menos, poco antes de las once de la mañana. Al día siguiente publiqué el segundo, sobre El Regalo de Silvia, y al cabo de dos días, otro más sobre el concierto que Hole grabaron dentro de la serie MTV Unplugged en 1995. Me parece una barbaridad y, de hecho, con los años tuve que revisar, ampliar y refinar los artículos más antiguos, no hace falta decir más. Arranqué con ímpetu, entusiasmo y poca reflexión y control de calidad, escribiendo sobre música a la que no había dejado de recurrir desde la infancia y la adolescencia hasta los veinticuatro años con los que contaba. Creo recordar que elegí el nombre del blog un poco por eso; una picadura de abeja, algo que no olvidas, como la música que te define porque articula lo que necesitas o te ayuda a desarrollarte de maneras que no sospechabas. Ese momento de sorpresa y veneno. Aunque las picaduras que yo conocía en mis carnes, inolvidables, eran de avispa y no de abeja.

Abrí el blog sin ninguna pretensión y sin saber a dónde me llevaría. Pero había empezado a ver claro que cada vez que escribía sobre algún artista en algún foro o en rincones digitales obsoletos como Fotolog, entre cosas absurdas y personales, se quedaba perdido. No me gustaba el desorden implícito en intentar iniciar una conversación donde no tenía sentido hacerlo y donde no encontraba interlocutores. Aquí he escrito muchas veces sobre música para la que tampoco he encontrado oyentes que se manifestasen afines, pero me queda la sensación de que doy forma a un archivo al que tarde o temprano puede llegar alguien que encuentre escrito lo que yo muchas veces no encontraba en ningún sitio. Este blog hizo que me diese cuenta de que escribir me interesaba y me satisfacía mucho más de lo que sabía, y con el paso de los años me ayudó a encontrar mi voz, a entender qué me irritaba y qué me parecía poco riguroso de la prensa musical y qué carácter quería imprimirle a mis textos. Es increíble que haya pasado una década; mi memoria de documentalista frustrado tiene muchas zonas borrosas en el periodo entre 2008 y 2018, muchas imprecisiones. No sé si es porque ya voy a alcanzar la mitad de la trentena y eso es lo que se supone que debe ocurrir, pero pienso en los bloques entre 1988 y 1998, o 1998 y 2008, y me da la sensación de que tengo perfectamente archivados y catalogados los cambios que viví aunque fueron muchos más. 

Picadura de Abeja me ha traído cosas que me han envuelto el corazón de vértigo, desde darme la oportunidad de colaborar puntualmente en algún medio establecido; a encontrarme con personas con inquietudes similares; o a ponerme en contacto con artistas de una gran sensibilidad con quienes he podido intercambiar gestos e impresiones, como Ainara LeGardon, Ana Béjar o Pepe Benito y Óscar Fayanás de El Regalo de Silvia, para quienes tuve el honor de escribir la hoja de prensa que se distribuyó junto a su disco recopilatorio Nostalgia en 2016. Suena a cliché manido, pero es algo que no podía imaginar el adolescente que leía sus nombres en Rockdelux y los tenía en la misma estima que a cualquier grupo americano o anglosajón. Por último, aprender a base de practicar aquí también me llevó a lanzarme a escribir mi primer libro, un estudio sobre la trayectoria de Kristin Hersh y de sus distintos proyectos musicales (Throwing Muses, 50FootWave) que verá la luz en los próximos meses a través de la Editorial Milenio. El vértigo, con esto, no me envuelve; me pellizca.

La celebración será modesta: una lista de reproducción con selecciones de la mayoría de música sobre la que he escrito aquí, ordenadas por orden de publicación en estos diez años. Hay ausencias notables e injustificables (Retsin, Juliana Hatfield, Hole, Earwig, Satellites, The Creatures, Cheralee Dillon, Crowsdell...) que no tengo más remedio que disculpar por no existir actualmente dichos lanzamientos en Spotify. Gracias a todos los que habéis pasado por aquí en algún momento de estos diez años.

Para escuchar en Spotify:

Diez años de Picadura de Abeja