Minutos: Hole - '20 Years in the Dakota' (1993)


El diccionario urbano lo recoge: la expresión "hacer un Yoko Ono" lleva tantos años en uso que de alguna manera está oficializada en inglés. Catedráticos de lengua española, opinando recientemente sobre la necesidad de hacer que nuestro diccionario sea menos sexista en sus definiciones, lo dejaban claro el otro día en El País: se trata de que lo que diga el diccionario "sea verdad. (...) Si la sociedad es machista, el diccionario la reflejará. Cuando cambia la sociedad, cambia el diccionario". En las últimas décadas la percepción que se tiene de la viuda de John Lennon no ha cambiado nada en nuestra cultura popular y de rápido consumo; en su biografía resumida siempre se mencionará su grado de responsabilidad en la ruptura de The Beatles, una banda que tenía un acuerdo según el cual ninguna novia o esposa podía entrar en el estudio, que ella burló cuando Lennon empezó a encontrar más excitante transitar por la vía experimental con la que le tentaba su futura mujer (cuando se conocieron, ella ya había colaborado con John Cage u Ornette Coleman y había estado casada con los compositores Toshi Ichiyanagi y Anthony Cox). Así que una mujer hace un Yoko Ono cuando empieza a salir con un hombre y éste se aleja de sus amigos o simplemente cuando demuestra ser persuasiva y salirse con la suya. 

Que Courtney Love (voz, guitarra, bajo) dibuje un paralelismo entre la figura de Yoko Ono y la suya propia puede parecer un ejercicio de soberbia y vanidad, pero no hay que olvidar que en 1992 Nirvana eran los Beatles del underground aupados al mainstream y comparar a Courtney con Yoko (y con Nancy Spungen, la novia asesinada de Sid Vicious) era lo que hacían todos los mass media, especulando continuamente sobre cómo Kurt Cobain se estaba dejando dirigir por una oportunista que no buscaba más que ser el centro de atención. Poco importaba que Hole ya hubiesen publicado tres singles y un primer LP, Pretty On the Inside (1991) que había vendido más que el debut de Nirvana en su día y que había sido elegido uno de los 20 mejores discos del año por la revista Spin; desde el momento en que se juntó con Cobain, se le atribuyó la culpa de todos los problemas de éste. Una boda a los pocos meses de empezar a salir juntos, el nacimiento de su hija cuando a penas cumplían el primer aniversario de noviazgo, acusaciones de haber tomado heroína durante el embarazo, habladurías del personal de gira de Nirvana sobre lo cargante que era tener a la señora Cobain alrededor, amenazas de muerte a dos periodistas que pretendían escribir un libro sobre la pareja... También ellos se lo estaban poniendo fácil a los medios sensacionalistas que veían en su romance algo sórdido y con mal final. 

Ya en el documental de Dave Markey 1991: The Year That Punk Broke (1993) aparece una secuencia muy reveladora de Courtney en el backstage del festival de Reading mientras están entrevistando a Sonic Youth para MTV. Ella llega a subirse a una silla como quien no quiere la cosa para salir dentro de plano al fondo, hasta que Thurston Moore se da cuenta y dice a cámara "La mayor estrella que hay en esta habitación es Courtney Love". Ella actúa sorprendida, risueña y cándidamente abrumada. Encantada. Todo el mundo le tomaba el pelo con lo de su evidente hambre de popularidad y reconocimiento, porque era ciertamente descarada al respecto. Aunque no dudo de la honestidad de su trabajo, el punk-rock fue una herramienta más. Seguramente, en 1992 la atención halagaba a Love (a pesar de ser por motivos repulsivos) pero respetando su inmaculado papel de primera dama del punk, auténtica e íntegra, sacó las uñas, escupió bilis y actuó como la gran estrella que se le permitió ser. Muchos nos la creímos, aunque por su errática e incoherente carrera posterior ahora se le vean las costuras a ese periodo que de tan agitador y encendido (y rematado con un álbum de excelencia incuestionable, Live Through This [1994]) creíamos genuino.

Cuando Courtney Love escribió '20 Years in the Dakota' aún no era viuda, solo acababa de ser madre. Ingresada en el hospital recibió la visita de Kurt Cobain, que con sorna le trajo como regalo una recopilación de la obra de Yoko Ono, Onobox (1992), voluminosa caja integrada por seis CD's. Su primera reacción fue lanzársela a la cara, a lo que él respondió riendo: "¡Pero tía, ella inventó el punk-rock!".

"Me ofendió muchísimo, por el significado que tenía que me regalara eso. Él creyó que era guay, pero yo en ese momento no. A él le encantaba Yoko Ono y su trabajo. Yo la escuché después y creí que era bastante admirable. (...) ¿Por qué me ofendí? Porque ella se llevaba todos los palos".
(Courtney Love, Clash Music 23-2-2010)

Reflexionando sobre el papel de Ono, escribió la letra de la canción esa misma noche. En ella combina y confunde de manera inteligente las conjeturas de la gente sobre Yoko y sobre Courtney, poniéndolas en cuestión, y haciendo justicia al personaje mediante ese ejercicio pretende hacerse justicia a ella misma. John Lennon y Yoko se mudaron al edificio de apartamentos Dakota (en Nueva York) en 1973 y fue en la entrada del mismo donde le asesinaron en diciembre de 1980. "Ella se pasó veinte años en el Dakota / cada día era negro en el Dakota", empieza la canción con un aire espeluznante evocador del rechazo y el encierro, pero luego acentúa la empatía que tiene con ella al verse en una posición similar cuando dice "Quieren quemar a las brujas que llevamos dentro / Bueno, con los cuatro fabulosos no se juega / o te pasarás el resto de tu vida recogiendo cosas del suelo", en clara alusión a The Beatles y a cómo el odio promovía que se la subestimara. De paso recibe también el movimiento feminista por excelencia de los 90, con el que Courtney Love no comulgaba en absoluto y que le encantaba ridiculizar y reducir a lo irrisorio: "Riot grrrls, creéis que podéis pararlo / a ella se lo debéis todo / yo sé que a mí no me habéis salvado / y aún no la habéis salvado a ella tampoco". Quizás muchas de las riot grrrls más reaccionarias e imperativas no se hubieran planteado nunca que en la labor de Yoko Ono había un feminismo más avanzado que el de sus panfletos.

¿La música? Para Hole es el periodo de transición entre su etapa más ruidosa y la artesanía pop-punky de Live Through This. '20 Years in the Dakota', cara B del EP Beautiful Son (1993), es de las primeras canciones que componen Courtney y Eric Erlandson (guitarra) donde no temen exhibir melodías y armonías. Ella ya se ha abierto a dejar que se entrevea su gusto por R.E.M., The Replacements o los primeros Echo & the Bunnymen, y Cobain ha ejercido de sabia influencia enseñándole los discos de The Raincoats y de The Vaselines que él adoraba. De todo esto hay rastro en una pieza que durante la primera parte planea sobre una línea de bajo y guitarra surf con un toque pérfido y que luego tiene una parte ensoñadora (Love cantando "Ella sigue viva pero estoy segura de que todas las estrellas son suyas" y luego recitando "Esta es la historia de la esposa de un tipo / que ha estado toda la vida metida en charcos negros") que desemboca en una coda de acordes mayores sobre los que acaba ironizando al respecto del odio que despiertan ambas vía Beatles una vez más: "Hey Jude, ¿vienen a por mí? ¿Vienen pronto?". Para redondearlo, dar de nuevo carnada a la prensa y regocijarse en los chistes y en su posición oficializada de pareja turbulenta del rock de su generación, Kurt Cobain le cede a Courtney una foto suya de cuando tenía siete años que envuelven en lazos de regalo para la portada del single.


'20 Years in the Dakota' apareció en el
EP Beautiful Son de Hole, publicado
en abril de 1993, y en la recopilación
de rarezas My Body, the Hand Grenade
publicada en octubre de 1997

Para escuchar en Youtube

Comentarios

Pereiro ha dicho que…
El sábado en un bar pusieron L7 y me acordé de la época grunge. Sería pose, pero Courtney transmitía mucha rabia :)
Estanis Solsona ha dicho que…
L7 para mí son como un grupo de rock más macho que una formación íntegramente masculina, nunca conecté con ellas más allá de alguna canción suelta (como 'Shove' o 'Moonshine'), y mira que lo intenté.

Courtney me sigue fascinando a día de hoy, sobre todo esa época de suya entre 1990 y 1995. Hubiera realidad o ficción en su conducta, las canciones y su intención me parecen brillantes.