Minutos: Madonna - 'This Used to Be My Playground' (1992)
Mirando a mi infancia, incluso cuando era un niño extrovertido de manera muy cándida -me dicen que hasta los once o doce años era naturalmente más alegre- en mí pesaba una faceta tímida y solitaria que acabó al timón de mi identidad. Al alcanzar la pubertad empecé a sentir que mis inquietudes, mis ratos de exploración dedicándome a las cosas que me gustaba hacer en casa, eran necesidades que no podía compartir. Tampoco las compartía de pequeño porque las hacía por mi cuenta, pero antes de pisar el instituto parece que puedas celebrar con más libertad y despreocupación lo que tú eres, sin preguntarte si eres distinto a los demás. Me parece que el mundo señala tus peculiaridades con un tono más acusador entre los trece y los veinte años que entre los seis y los doce. Al menos así lo viví yo. No fui un niño ratón de biblioteca, pero mis tendencias caseras se centraban en dibujar muchísimo; estar pendiente de la radio y la televisión para grabar canciones y videoclips; hojear el boletín Discoplay, deslumbrado por las portadas de discos que no tenía e imaginarme cómo sería la música; y luego una serie de actividades relacionadas con Madonna que iban de hacer versiones en castellano de las canciones de la película ¿Quién Es Esa Chica? (a partir de los subtítulos sobreimpresos en mi versión grabada de TVE1) a arrancar una página de revista en el supermercado porque tenía que recortar su foto. Madonna me ocupó una gran parte de la niñez, y me refiero a trabajo. Estaba fascinado. Cuando en esta canción canta: "Este solía ser mi patio de recreo / solía ser el sueño de mi infancia / solía ser el sitio al que corría / cuando necesitaba a un amigo / ¿por qué tuvo que acabar?", me veo volcando en el suelo de casa todas las fotos recortadas, que aún están en una caja metálica dentro del armario. Ese era el patio de mi recreo.
La idea de Madonna como compositora siempre ha ido de la mano del escepticismo, incluso cuando todos sus colaboradores -desde Steve Bray a William Orbit- han dado fe de que han escrito las canciones mano a mano con ella. Es un prejuicio que tiene su raíz en la naturaleza prefabricada de muchos artistas de pop. Del mismo modo que se la elogia unánimemente por su inteligencia para los negocios (aun reduciéndolo a arribismo bajo una sombra machista), se asume que las melodías que hicieron de ella un icono del pop de dimensiones gigantescas, irrepetibles, no pueden ser de su ocurrencia. Puede que la publicidad que ha sabido darse siempre y las polémicas que se sucedieron hace un par de décadas se traduzcan en descrédito, igual que sus trabajos más recientes -donde está imperando el mínimo esfuerzo y lo mediocre- están embruteciendo su legado, pero debería bastar con escuchar piezas de las que es co-autora como las primerizas 'Over and Over', 'Into the Groove' o el grueso del disco Like a Prayer (1989), primero en el que no cuenta con ninguna composición ajena, para ver que rastrear su estilo es fácil. Todas esas anotaciones de su biografía que no me creía y que la era de internet me fue confirmando con pruebas documentales tienen su peso: Madonna llegó a Nueva York y se curtió tocando la batería en The Breakfast Club para luego imitar a Chrissie Hynde en el primer grupo donde dio la cara, antes de grabar una maqueta de funk-pop callejero que le ganó su contrato con Warner. El bagaje la hace diferente al resto de cantantes pop de entonces y también a las de ahora. Siempre compuso. Madonna dio una pátina comercial a su música porque quería conquistar el mundo, pero la inclinación por lo sencillo y su fidelidad a la actitud de sus inicios permanece en la esencia de sus composiciones a lo largo de su carrera, algo extensible a su interpretación vocal, siempre libre de excesos y giros presumidos que entorpezcan la melodía tal y como está escrita.
'This Used To Be My Playground' (1992) es una canción que en manos de una cantante con un torrencial de voz sería una tragedia exorbitante. Sin embargo, Madonna la interpreta sigilosa, sometiéndose a la nostalgia evocadora de esas palabras tan bien elegidas. La imaginería del patio, entremezclada con apuntes sobre el paso del tiempo y lo necesario de no anclarse en la idealización del pasado, rompe la literalidad del lugar haciéndolo intercambiable por cualquier cosa, desde un anhelo irresuelto a un amor platónico, desde la expectativa que teníamos de nuestra versión adulta cuando aún éramos niños al recuerdo de un fallecido. Los versos "Antes de que te des cuenta, te sientes viejo / y el corazón se te rompe / no te aferres al pasado / eso es mucho pedir" implican la necesidad de madurar, un sujeto que Madonna ya había tratado en otra pieza lenta no menos destacable y elaborada (también suya), 'Live To Tell' (1986), la primera ocasión en la que mostró las posibilidades del registro grave de su voz para encauzar una vulnerabilidad más terrenal.
En la línea temporal de su discografía 'This Used to Be My Playground' está situada en un punto curioso. Desviándose de la exploración sexual insinuada a finales de 1990 con el single Justify My Love y precediendo a la explotación salvaje de ese sujeto recogida en el álbum Erotica (1992), es una verdadera isla en esa etapa. Fue concebida durante las sesiones de grabación de dicho trabajo en marzo de 1992, un día que recuerda el co-productor a quien Madonna había confiado sus próximas canciones tras el éxito de Vogue (1990), Shep Pettibone: "Madonna empezó a cantar una melodía una y otra vez en el micrófono (...) sobre un loop de piano, órgano, cuerdas y percusión. Sonaba atemporal, muy nostálgico. Me pasé la noche arreglando las estrofas y se convirtió en la canción". Su contención y su elegancia (emotivos arreglos de Jeremy Lubbock para una orquesta de 30 músicos, que se grabaron dos meses después, en mayo) surgieron de un lugar ajeno a las rugosidades de Erotica. Apareció como single ese mismo verano por ser el tema principal de la banda sonora de Ellas Dan el Golpe (Penny Marshall, 1992), antes de que en otoño se destapase el mundo de lujuria de su nuevo disco, aunque 'This Used to Be My Playground' no podía engañar a nadie sobre lo que estaba por venir: todo el mundo sabía que Madonna se había tirado meses haciéndose fotos desnuda por Miami para su libro Sex.
This Used To Be My Playground fue publicada como single en julio de 1992.
Para escuchar en Spotify
Comentarios
Por cierto, me encanta tu blog.
Gracias por el comentario, Don Caballero