Escenarios: Hello Cuca + La Otra Gloria - La [2] (Barcelona), 27 de marzo de 2009


El a, b, c del verdadero punk cuando surgió podía resumirse en el do it yourself, en que cualquiera podía subirse a un escenario a hacer lo que quisiera, como quisiera; no hacía falta ser un virtuoso, ni tan solo tener conocimientos musicales. La clave estaba (está) en la expresión. Un rasgueo torpe o espasmódico de guitarra, un gruñido, pueden transmitir un mensaje contundente si éste es real. No sé si me estoy metiendo en un jardín en el que no hace falta ni entrar. Ayer, en La [2] de Apolo, dos propuestas de rock crudo facturado con elementos básicos, con pequeños puntos en común pero dos resultados muy diferentes. Por una parte, abrieron la noche La Otra Gloria, proyecto de la que fuera batería de Sibyl Vane, Rocío, y Germán Carrascosa. Reduciéndolo todo a golpes más o menos desacompasados de batería y a punteos de guitarra bluesera que navegaban entre lo básico y lo peligrosamente virtuoso, su propuesta carecía sin duda de canciones. El repertorio se basó en variaciones de una misma idea -a menudo instrumental, sin voz- que no era lo suficientemente personal como para sustentar el grueso de todo un concierto, ni que estuvieran media hora escasa sobre el escenario. Rock-blues de coartada primitiva y regusto fronterizo (todas las referencias al calor, al ambiente desértico, la muerte) que hemos visto desarrollado en propuestas mejores. Se hizo monolítico.

Después de esto, lo de Hello Cuca fue a la vez una lección y una bofetada para espabilar. Al fin y al cabo, encabezaban el cartel a razón de presentar el imprescindible recopilatorio que acaba de publicar Astrohúngaro, Esplendor en la Arena, donde se recogen todos sus singles y temas dispersos desde el año 1997 hasta hoy. Coartada primitiva y visceral también la de la banda de las hermanas Damunt (con un encanto natural y un parecido razonable entre ellas que remite en el subconsciente a Kim y Kelley Deal de The Breeders), pero oh, qué diferente; lo suyo mata el hambre y alimenta. En una vieja hoja de promoción que aparece reproducida en el diseño del CD ya lo dicen: "tan fácil como 1 2 3, tan simple como DO RE MI", pero de esa aparente simplicidad sacan algo muy consistente. Sobre una base sólida de batería y bajo, Lidia Damunt puede explayarse libremente entre acordes básicos y cortantes o punteos llenos de frescura que acentúan la urgencia de lo que está cantando, con la misma contundencia que en sus actuaciones en solitario. Ciertas son algunas de las referencias que se han dado a lo largo de los años para intentar describir su sonido: algo hay de Kathleen Hanna liderando un grupo de rockabilly-punk, de rebeldía riot grrrl aunque liberada de la carga feminista (las letras de Mabel van más allá). El repertorio tuvo paradas en todas las épocas, empezando con la titular 'Esplendor en la Arena' (se puede apreciar en las canciones nuevas la continua depuración de su sonido) y dejando para el final los hits añejos 'Hormigasrobot' y 'Aguacate Nena', aunque antes ya habían sonado también 'El Rock del Despertador', 'Ponte en la Pista' y 'Hay una Fiesta'.

Con el público entusiasmado y entregado a hacer el pogo, pidiendo canciones y jaleando a las hermanas, Hello Cuca no dejaron duda de su carisma y capacidad de transmitir esas ganas irrefrenables de bailar y patear fuerte contra el suelo a ritmo de un "doo-wah doo-wah". Con suerte, la publicación del recopilatorio y la notoriedad adquirida por lidia el año pasado a raíz de su debut en solitario les acabará de brindar el reconocimiento más mayoritario en la escena que sin duda merecen.


Comentarios