Imperdible: Vivian Girls – “Everything Goes Wrong” (2009)

De haberse publicado en 2010, el segundo álbum de Vivian Girls hubiera figurado entre mis tres discos favoritos de este año, poniendo el contrapunto agreste a la solemnidad de los de Beach House y Owen Pallett. Al fin y al cabo descubrí Everything Goes Wrong (2009) el pasado mes de julio. El trío afincado en Brooklyn (Nueva York) actuaba en Barcelona y, poco a poco, la idea de quizás asistir se fue convirtiendo en “cuánto falta” a base de escuchar repetidamente la sesión desenchufada que grabaron para Daytrotter, cuatro versiones lustrosas de su cancionero que podría figurar como uno de sus mejores EP’s en su discografía si llegase a editarse. La verdadera naturaleza de la banda, alejada de la nitidez de esa sesión y envilecida en alta tensión eléctrica, me la despacharon estupendamente en ese concierto. Ahora asocio inevitablemente Everything Goes Wrong a la euforia del verano pasado: mis primeros trayectos en bicicleta por la ciudad,  con destino y sin destino; el buen y mal dormir por el espeso calor nocturno; y la cabeza bien metida en las nubes. Vivian Girls suelen figurar en el saco donde adocenan a los grupos de pop con mayoría de integrantes femeninas que han mezclado la distorsión quebradiza y melodías como las que trabajaba Phil Spector, pero al lado de Cassie Ramone (voz, guitarra), Katy Goodman (bajo, voz) y Ali Koehler (aún a la batería cuando grabaron este disco) el resto palidece entre carencias y falta de energía. No debería ser suficiente que estén cerca geográficamente, que algunas de ellas sean colegas o que simplemente sean mujeres para intentar trazar similitudes; lo que hace mejores a Vivian Girls (sigo sin más remedio con la comparación que nos imponen reiteradamente con el fin de desmentirla) es su capacidad para transmitir algo tangible y genuino en su música, no un simple gimmick que se antoja más estético que sentido. Las veo más cercanas al cianuro de una banda de punk-rock como Babes In Toyland que al raca-raca descafeinado de Dum Dum Girls, por poner un ejemplo, y no debe pasar por alto que a Cassie Ramone le hayan influido grupos como Wipers para entender el componente punk que individualiza su propuesta.


Habiendo lidiado con cierta misoginia en sus principios -menospreciadas por la escena neoyorquina con frivolidad, cuestionadas por su nivel tocando los instrumentos- y escocidas por problemas internos derivados de pasar muchos meses girando después de publicar Vivian Girls (2008), las canciones de su segundo disco vendrían cargadas de sentimientos intensos que vieron resumidos en un verso de la canción 'When I'm Gone' cuando la estaban mezclando en el estudio: "Ali dijo 'Eh, ¿por qué no titulamos el disco 'Todo va mal'? Y a mí y a Katy nos pareció muy buena idea porque encajaba muy bien con el fondo del álbum. Es bastante... oscuro... apocalíptico... decididamente no alegre de ninguna de las maneras". Cassie tomó la fotografía de la portada en una carretera de Texas, una día horrible al principio de su primera gira por los Estados Unidos en 2008, en el que fuertes discusiones entre las tres (Frankie Rose era la batería entonces) estuvieron a punto de acabar con la banda. "Me gustaba mucho esa foto porque hay una V en la montaña. La V es por Van Horn, pero en este caso es por Vivian, y hay tres matorrales -como si fuésemos las tres. Tres matorrales solitarios en una naturaleza desierta intentando hacer frente a una montaña de obstáculos"Everything Goes Wrong avanza con urgencia y sin apenas respiro, por suerte corrigiendo el absoluto (también intencionado) caos de la producción de su primer disco, que grabaron en un par de días. Este se grabó en una semana en Costa Mesa (California) y, aunque la voz sigue estando ligeramente enterrada y la guitarra pica como la maleza con espinas, su solidez (este sí es un power trio) y unas composiciones más reflexivas hacen que el disco transcienda el plano lúdico y la estricta descarga de adrenalina.

De escucharlas sueltas, canciones como ‘I Have No Fun’ o ‘You’re My Guy’ –con su estructura garagera y punky- indicarían que el guateque acelerado sigue siendo el domicilio fiscal de Vivian Girls, pero todo se ve equilibrado por temas que suponen pequeños riesgos dentro de su estilo (desarrollos más largos en ‘Out for the Sun’ o ‘Double Vision’) y sobre todo por la esencia de lo que explican sus letras esta vez: si bien el título del disco quizás lo resuma de manera demasiado pesimista, Everything Goes Wrong recoge momentos de vulnerabilidad propios de un fracaso sentimental aún caliente (intranquilidad pero determinación en ‘Walking Alone at Night’) o ternura (‘When I’m Gone’: “¿Estarás esperándome en el escalón cuando llegue a casa? / Cuando todo vaya mal, ¿me echarás de menos cuando no esté?”); destellos de entusiasmo renovado (‘The Desert’); el deseo que necesita ser saciado (‘Tension’); o la fijación con una situación inconveniente (‘Can’t Get Over You’) que conviven con el aire nihilista y confuso de los temas que no giran alrededor del anhelo amoroso sino que se regodean en su remate, como la fiereza recogida en ‘The End’ (ese tom tom que retumba en el tórax; el crescendo final acentuado por el punteo de guitarra cada vez más agudo) que hace las veces de tema central del disco. Cuidado con el cierre, donde la máxima expresión de delicadeza se encuentra en el medio tiempo ‘Before I Start to Cry’, con Ramone asumiendo ese papel que hemos tenido todos alguna vez en la agonía que puede suponer una despedida: “Vete, no digas nada / Escúchame cuando te digo / que te vayas a casa y me dejes sola / Date la vuelta y dime adiós antes de que empiece a llorar”

Para escuchar en Spotify:

Comentarios

Pereiro ha dicho que…
No lo he escuchado. Lo apunto.