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Mostrando entradas de mayo, 2011

Al Revés: Nosoträsh (1996-1998)

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A los trece años, empezando a descubrir el grunge y el indie rock, dejando atrás a la heroína del pop de masas por excelencia y a grupos de pop-rock disfrazados de verité pero descafeinados y de vergüenza ajena, tiene uno (tuve yo) la tonta e inmadura sensación de que a partir de entonces debe guardar las apariencias: ruido y guitarras eléctricas; lo demás, una mierda o una ñoñería. Pero en mis adentros seguía siendo yo, y cuando mis compañeras de clase querían impresionar a los mozos que escuchaban Offspring y Molotov y me pedían que les grabara música fuerte  -más dominadas por las hormonas que por algún interés en la propia música- no podía evitar llenar sus cintas con canciones melódicas de Elastica, Hole o Nirvana, porque en el fondo quería que les gustasen, que fuesen lo bastante accesibles como para que se interesaran. No hace falta que diga que ninguna se convirtió en mi cómplice. Cuando al poco tiempo me junté con un amigo y empezamos a componer canciones con una guitarra y

Minutos: Daniel Johnston - 'Some Things Last a Long Time' (1990)

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Las palabras me atraen; es obvio por mi afición a la escritura de prosa y letras de canciones. Me atraen como objetos, me gusta que sean combinadas de manera que configuren texturas e imágenes mesuradamente coloristas en mi mente. Métrica, fonética, rítmica. Concisión, ni extremadamente críptica ni banal. Suelen gustarme más los juegos, los jeroglíficos a los que acabas asignando significado porque la solución aparece en el periódico de mañana, el que nunca compras. Pero de vez en cuando topas con alguien que hace un uso sublime del lenguaje conversacional más claro y que con ello te agarra con más fuerza de la que lo hará jamás un recortable dadá. Un pequeño hilo de casualidades recorre la fascinación que me produce a día de hoy -que no deja de sonar en bucle en mi cabeza desde esta mañana- este tema de Daniel Johnston compuesto a medias con Jad Fair. Hará un mes me compré Devotion , de Beach House, y la primera mañana que lo escuché entero me sorprendió una canción llamada 'Som

Minutos: Thelemáticos - 'No Te Entiendo' (2007)

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Esto va a ser breve, y es que al fin y al cabo la canción dura apenas un minuto. Andaba el otro día por casa, protagonizando el típico sketch de apresurado recién salido de la ducha, con los pies medio mojados y la toalla encima de donde no debería dejarse, buscando las gafas -de las que siempre me deshago en un lugar distinto poniendo a prueba mi creciente ceguera y mi menguante capacidad retentiva- y vigilando el aleatorio del reproductor de música, en el que siempre saltan canciones que tienen un volumen extremadamente alto cuando estoy debajo del agua, enervándome al pensar en los vecinos. Debía estar poniéndome un calcetín cuando empezaron a sonar esas notas de guitarra en espiral de 'No Te Entiendo', un tema del primer EP   de Thelemáticos , de cuando aún eran una formación bicolor ( Sergio Pérez , Thelemático Rosa; Nacho Estrada , Thelemático Verde). Como digo, fue apenas un minuto configurado además con lo mínimo: la mencionada guitarra, la batería reducida a

Minutos: Camera Obscura - 'Let's Go Bowling' (2001)

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Cuando Camera Obscura empezaron a tener una repercusión notable en nuestro país y se dispararon como resortes las acusaciones de ser unos sucedáneos segundones de sus paisanos Belle & Sebastian, yo no sabía de qué se estaba hablando (ni me importaba), porque apenas conocía a Belle & Sebastian. Lo que sí que sabía es que la voz de Traceyanne Campbell , esa voz frágil que iba rompiendo pequeños hilos de sirope en la garganta conforme el aire salía y daba forma a las palabras, me tocó hondo muy rápidamente cuando les descubrí gracias a la reiterada programación del videoclip de ‘Eighties Fan’. Mi maniobra con ellos fue la mía habitual al investigar a un grupo nuevo: consultar su discografía y hacerme primero con rarezas y caras b de los singles. ‘Let’s Go Bowling’ lo es y no lo es: fue originalmente el reverso del single de la mencionada ‘Eighties Fan’, pero cuando Elefant Records editó su primer disco en nuestro país ya entrados en 2002 ( Biggest Bluest Hi-Fi había aparecido

Momentum: Christina Rosenvinge - La trilogía neoyorquina (2001-2006)

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Como la aguja enhebrada que se abre paso pinchando a un lado y otro de la tela, Christina Rosenvinge aparecía y desaparecía de mi vida, pero iba haciendo su trabajo. A los cinco años, 'El Souvenir' hizo que insistiera hasta que me compraron El Ángel y el Diablo (1989) de Alex & Christina  en cinta de casete, pero creo que me olvidé rápido de ella cuando vi en TVE1 el concierto que dio Madonna en el Estadi Olímpic de Barcelona. Más tarde, unos amigos regalaron a mi padre el disco  Que Me Parta Un Rayo (1992) de Christina y los Subterráneos  por su 28 cumpleaños, y cuando se separó de mi madre lo dejó en nuestra casa. Es el vinilo que ella ponía más a menudo en la época, menos cuando limpiaba, que sonaba 'Entre Dos Tierras' de Héroes del Silencio. Que el pop ligero de Alex y Christina calase especialmente entre el público infantil hizo que no se entendiese en España como un ejercicio de pop-rock afrancesado, y su rápida transformación en cantautora con chaquet

Tarde o temprano: Christina Rosenvinge - "La Joven Dolores" (2011)

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Hacia finales de 2008, en la gira de presentación de Tu Labio Superior , Christina Rosenvinge parecía haber conciliado todas las versiones de sí misma. En su set podía barajar y revisar canciones de los Subterráneos, de su etapa neoyorquina y de la actual sin que nada pareciera rechinar. De muchas maneras, su regreso a España en 2005 marcó la cumbre de una aventura que parecía enfilar su curso en círculo. El éxodo fue un estímulo para dar forma a sus trabajos más arrojados hasta entonces: empezó explorando el rol de cantante europea delicada que Lee Ranaldo veía en ella para Frozen Pool (2001); permaneció desnuda bajo una lluvia noir sujetando en cada mano canciones de Foreign Land (2002); y maduró esa picazón experimental de manera excelsa en Continental 62 (2006), ya entre Estados Unidos y España. Su reencuentro con el castellano y su colaboración con Nacho Vegas la devolvieron, adulta y segura tras todo el aprendizaje, al área de estudio de la canción pop de autor de corte c