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Mostrando entradas de 2014

El despiece: Tamaryn

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"Si te pasabas por Resurrection en Nueva York a principios de los 2000, probablemente te atendió una hermosa doble de Anais Nin-Mariska Vera con el pelo negro (pista: de fondo estaría sonando Shocking Blue). Su nombre es Tamaryn Brown , y es también la voluptuosa cantante de la banda psicodélica Tamaryn. Nos ha enviado un enlace al vídeo de su nueva canción, 'Return to Surrender', y estamos totalmente rendidos ante la esencia ensoñadora de su voz". ( Resurrection Vintage , marzo de 2009). Así empezaba una breve entrada en el blog de la tienda de Manhattan donde solía trabajar la vocalista de Tamaryn , de los únicos textos en la hemeroteca que menciona su apellido. Sumado al toque exótico del enigmático nombre de pila, hace que muchos ignoren u olviden que bautizó a su proyecto musical con su propio nombre, guardándose el derecho a someterlo a las transformaciones que ella necesitase, según sus inquietudes, en cualquier instante. Nunca lo ocultó y hace unas se

Minutos: Beach House - 'Wedding Bell' (2008)

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El pasado sábado estuve en una boda. Parafraseando la coletilla que he estado diciendo de manera recurrente para ilustrar lo novedoso que era para mí, repetiré que es la primera a la que asistía desde que tenía ocho años, algo que deja muchas caras de asombro por el camino. No es como cuando fui al médico el año pasado, con una afonía extrema, y para validar mi integridad a la hora de intentar conseguir un día o dos de baja -que necesitaba sí o sí- le dije a la doctora que, como podía ver en el historial, no iba al médico para nada desde hacía cuatro años, para enfatizar que si había ido ahora era porque estaba enfermo  de verdad . Su cara fue de reproche más que de sorpresa; le pareció fatal que creyera que no ir al médico nunca sumaba puntos para algo (pero me dio la baja). Por haber esquivado las bodas durante décadas, en cambio, el asombro en las caras parece indicar "¿Cómo lo has conseguido?" con un ánimo hasta deportivo.  La cuestión es que en 1992 me llevaron

Escenarios: Cat Power - L'Auditori (Barcelona), 13 de noviembre de 2014

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Tras casi dos horas y veinte minutos, Chan Marshall no abandonó el escenario de L'Auditori barcelonés como seguramente había imaginado, o como habíamos imaginado nosotros. La decena de lirios blancos que el técnico de sonido dejó cerca de su amplificador antes de que empezase su recital -y que ella habría repartido al final como ha hecho en otros conciertos de ésta y otras giras recientes- se quedó donde estaba mientras se marchaba con un aire de resignación, confusión y apatía. Las luces de la platea de L'Auditori ya estaban encendidas; así lo había pedido ella a la mitad de un interludio de más de 15 minutos en los que no tocó ninguna canción, un intermedio que cambió definitivamente el curso del concierto, hundiéndonos en una complicada incomodidad. No es que Cat Power desapareciera de la sala en ese cuarto de hora. Era el culmen de algo que había empezado hacía ya un rato: en cuanto pisó el escenario y se calzó la guitarra, Chan anunció que estaba embarazada y seguid

Imperdible: Ainara LeGardon - "Every Minute" (2014)

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"Carroñeros, dejadme en paz / ahora no soy una presa fácil / mi corazón y mi alma se han convertido en hueso / ahora no soy una presa fácil" , dice Ainara LeGardon en la canción 'In the Woods'. En la portada -diseñada por Ramon M. Zabalegi y serigrafiada artesanalmente en una edición limitada de 250 copias- el trazo blanco podría ser el de un salvaje, arañando cera negra sobre un muro de cal para inmortalizar la imagen de una criatura indómita que se escapa para comerse el mundo. Ainara ha tenido buena mano para elegir los dibujos que han resumido sus discos más recientes desde las cubiertas: Rafael Jaramillo ilustró Forgive Me If I Don't Come Home... (2009) con un corazón de patchwork acorde con los retales de introversión y dificultades personales que LeGardon sufrió mientras lo creaba, y luego estampó el cuerpo a cuerpo pérfido de We Once Wished (2011) en un bosquejo que sembraba la duda: ¿era una flor delicada o el sexo de una mujer? En Every Minute (20

Minutos: The Raveonettes - 'Love In a Trashcan' (2005)

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La primavera de 2002, en uno de los viajes en coche de línea que emprendía a Barcelona exclusivamente para comprar discos, me volví a casa con Frozen Pool de Christina Rosenvinge y Ciao! The Best Of de Lush . Ambos habían salido hacía cosa de un año; el de Rosenvinge toda una sorpresa, su primera referencia publicada en los Estados Unidos e importada a España, y el de Lush una recopilación que ilustraba la tendencia del sello 4AD a reivindicar su catálogo cuando sus fichajes más jóvenes no revolvían el paisaje musical como lo hicieron los históricos. El repaso a la trayectoria de Lush empezaba con la canción que también había abierto su último disco Lovelife , un revés de pop armado con genio llamado 'Ladykillers' durante el que se sucedían tantas cosas que era imposible no querer volverla a escuchar enseguida. Era ese tipo de canción inmediata y aún así con una chispa irreconocible que te dejaba un gusanillo viral. En el libreto del CD la cantante y guitarrista Miki B

En el trastero: Bona Dish - "The Zaragoza Tapes: 1981-1982" (2013)

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Encontré la portada de este disco el otro día, dando bandazos por algún laberinto de la red en busca de ni recuerdo qué. La mención de Zaragoza en el título y el desparpajo natural de la imagen me hicieron creer que estaba ante un grupo oscuro de la nueva ola madrileña que, inexplicablemente, me habría pasado desapercibido hasta ahora. Parecía que estaba claro; al fin y al cabo, la pareja de la fotografía lucía tan fantástica y colorida como la gente que retrataba Miguel Trillo en los alrededores de la sala Rock-Ola, allá por los años que fechan el contenido de este artefacto sonoro. Pero no, no eran madrileños. Sí que acerté en lo de que era un grupo oculto y de culto. Formado en la capital de Hertfordshire y habitual en los mismos circuitos de la escena do it yourself que se venía desarrollando en el Reino Unido desde la irrupción del punk,  Bona Dish tuvo una trayectoria efímera, concentrada en dos EP's publicados en formato cassette. Tras una larga temporada en el olvido,

Minutos: Los Romeos - 'Arañas Mi Piel' (1992)

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No ha llegado a convertirse en un hábito (lamentablemente no hay tanto material a revisar), pero llevo una temporada descubriendo los vídeos de las apariciones de Los Romeos en televisión con cierta fascinación. En 1990 se hartaron de acudir a TVE, introducidos por impagables prólogos de habituales de la caja tonta como Miriam Díaz-Aroca en su Cajón Desastre ; de una joven Raquel- Estrenos de Cartelera -Revuelta acompañada por un futuro comentarista del corazón a quien no podríamos poner nombre; e inevitablemente de Beatriz Pecker ( "una cantante muy sexy, ahora lo vais a ver" ), la directora del programa musical de absoluta referencia en esa época, Rockopop. En todos estos años de internet, YouTube me ha echado por tierra la imagen de muchos artistas a quienes nunca había visto moverse sobre un escenario o intentar poner una mínima expresión en un videoclip. Ver a Patrizia Escoín (voz) acompañando sus exhalaciones vocales de Marilyn con gestos que de tan bruscos y exc

Caso abierto: Tanya Donelly - "Lovesongs For Underdogs" (1997)

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Me he pasado el verano leyéndome Facing the Other Way: The Story of 4AD , el libro donde el periodista Martin Ashton se relaja -más de lo que pueden algunos de los personajes a quienes entrevista, expuestos a revisar muchos recuerdos agridulces- para contar los logros e infortunios del sello discográfico británico 4AD en su época más significativa e iconográfica, dos décadas en que el gusto de su fundador Ivo Watts-Russell fue una guía exquisita para dar a conocer a artistas únicos. Los números de catálogo de los discos se suceden en los capítulos -divididos por años- a la vez que se retrata el nadir y el deterioro de muchas relaciones personales entre músicos, creativos y amigos. Tanya Donelly , por ejemplo, había estrenado la década de los 90 dejando primero Throwing Muses (el primer fichaje americano de 4AD) y luego The Breeders , en ambos casos porque estaba determinada a iniciar un proyecto propio ya que empezaba a sentirse más cómoda en el papel de cantante y se estaba volviendo

Minutos: Billy Idol - 'Eyes Without a Face' (1983)

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En la casa donde crecí había cintas de cassette de mis padres que escuchaba de manera obsesiva, otras que quería escuchar pero no había manera (recuerdo que llegaba un punto en que la cinta de Wave de Patti Smith no giraba, y ahí se quedaba), unas sobre las que grababa encima desconsideradamente y otras que no despertaban mi interés en absoluto, como Deep de Peter Murphy o Whiplash Smile de Billy Idol . Ni siquiera recuerdo que ellos las pusieran demasiado, pero ahí estaban las cajas de las cintas originales, dando vueltas por el comedor y por el coche. Eso es todo lo que yo conocía de Billy Idol siendo un crío a principios de los 90: una foto en tono sepia de un tío que para mí era como Marie Fredricksson de Roxette poniendo la mueca que le pedirían a un niño que posara para un catálogo de ropa infantil de inspiración motera; o para el papel de crío endiablado que hace la vida imposible a una adolescente que se estrena como canguro en una serie como Padres Forzosos . El estilo

Directo: PJ Harvey en Glastonbury, 24/06/1995

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El otro día tropecé por casualidad con la que, si no me equivoco, es la imagen más reciente que circula por ahí de PJ Harvey , y una de las pocas que hemos tenido de ella desde que acabase la gira de presentación del disco Let England Shake en Australia, en enero de 2012. Ahí colgó, como tantas veces, los trajes del vestuario de su último personaje y volvió a entrar en ese periodo de goce de la vida privada y reflexión -incluso estudio en los tiempos más recientes- que acaba desembocando en un nuevo trabajo. El plazo que suele darse es de un máximo de tres años y, sin noticias a estas alturas, parece ser que por primera vez va a darse un mayor margen para reaparecer ( Let England Shake fue publicado el ya lejano invierno de 2011). La fotografía que encontré fue tomada el pasado 14 de julio, en el primero de una serie de eventos denominados Spotlight Salon, protagonizados por artistas femeninas y organizados por la publicación británica AnOther . En esta ocasión la protagonista e

Minutos: Laika - 'Breather' (1997)

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El miedo hace que me espante el paso de las horas. Me encierro como si de esa manera pudiera degustar cada minuto, estirarlo y multiplicarlo. Necesitar más tiempo no es lo mismo que querer pararlo, pero aislado no consigues ninguna de las dos cosas; solo preservarte frágil. Cuando destellos espontáneos del exterior se inmiscuyen en los complicados borrones que flotan en tu mente (en letra minúscula, enmarañada y sin embargo en el color blanco del bloqueo) puedes sentirte sorprendentemente conmovido.  Es culpa de algo físico. El miedo se acomoda en mi esternón -quizá en la boca del estómago- y emplea un magnetismo que arrima a su núcleo unas cuatro docenas de alfileres que no pinchan, sino que cosquillean como la cabellera de una espiga de trigo. Cuando estoy en ese estado le insuflo una ternura inusitada, imaginada, a las cosas. Como esta mañana, muy temprano, cuando he oído a un gato maullar y al asomarme le he visto dando tres, cuatro pasos entre cada quejido como si buscase

Caso abierto: Juliana Hatfield - "Only Everything" (1995)

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Volví a ver recientemente el debut cinematográfico de Ray Loriga, una película basada en el libro  Caídos del Cielo  que se estrenó en 1997 bajo el título La Pistola de Mi Hermano . Tenía quince años la primera vez que la vi, y la última probablemente diecisiete. Como adolescente marginado estaba embelesado con la romántica inadaptación de su protagonista; un chico que hablaba poco, que se sentía raro y distinto a los demás, que quería ser invisible y con su conducta estaba en las antípodas de conseguirlo. En plena pubertad, ver encapsulado ese sentimiento antisocial y esa amargura que a ti te envuelve en estado gaseoso, sin concreción, puede consolarte un poco. Lo que ocurrió es que aprendí a sazonar el nihilismo con sarcasmo y la desesperanza inmóvil que recoge la película de pronto se me reveló como excesiva. Volviéndola a ver, no obstante, me he dado cuenta de que durante años he mantenido una opinión injustamente cínica al respecto, como avergonzándome del impacto que sin duda